La cruzada que inició la Coparmex en contra del Congreso se asemeja a la épica batalla de David contra Goliat. La asociación de empresarios dijo que iniciará una campaña de desprestigio contra los legisladores por no cumplir con sus obligaciones y compromisos, y no será algo fácil para diputados y senadores, pues la idea es que todos los asociados en sus negocios y empresas a nivel nacional e internacional hagan la campaña negativa. Es la primera vez en muchos años que los empresarios lanzan una estrategia tan agresiva contra el Congreso. Se va a poner bueno.

Una vez que ya quedó definido que entre el 13 y el 17 de junio se definirán las nuevas reglas del Sistema Nacional Anticorrupción, ahora las fuerzas políticas ya están velando armas para una nueva batalla.

En el Congreso apenas les llegó la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto sobre el matrimonio igualitario... y ya se les está haciendo bolas el engrudo. Los únicos que saludaron sin ambages la iniciativa fueron los coordinadores del PRD, quienes aplaudieron que el país avance hacia el reconocimiento del derechos. En el PRI, los coordinadores en el Senado y en la Cámara de Diputados le dieron la vuelta al asunto y dijeron que no darán una opinión hasta analizar la propuesta del Ejecutivo.

Desde las primeras horas del 17 de mayo la Presidencia de la República sorprendió al subir a sus redes sociales la imagen del Presidente de la República decorado con una bandera de arcoíris, símbolo de la comunidad gay. Pero sorprendió más cuando el propio mandatario propuso que el matrimonio igualitario esté inscrito en la Constitución. Ahora sí que no hay nada que reprocharle al presidente Enrique Peña Nieto, más allá de los discursos de tolerancia y hermandad está la ley, la que se consagra en la Constitución.

La ONU festeja

Todo parece indicar que, desde Brasil, le llegará una invitación a los senadores mexicanos para que vayan a jugar ping pong a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro donde, seguro, ganarían la medalla de oro.

La invitación sería porque todo indica que ya son campeones en echarse la bolita sobre el periodo extraordinario para aprobar las leyes anticorrupción.

Mientras los perredistas acusan que los priistas son quienes detienen el debate sobre el tema, en el PRI se dice que son sus adversarios quienes no quieren avanzar.