El próximo viernes habrá reunión del Consejo Político del Partido Revolucionario Institucional, que encabeza Enrique Ochoa, para definir varios temas pendientes, pero el más llamativo será la Comisión Anticorrupción interna que tendrá una tarea muy peculiar.

Media hora de halagos y aplausos se llevó ayer Raúl Cervantes cuando se anunció que pediría licencia como senador para ser el nuevo procurador general de la República. Senadores de todos los partidos le expresaron su admiración y apoyo por haber trabajado por las grandes reformas aprobadas del 2012 a la fecha. De plano, Emilio Gamboa, el coordinador de los priistas, le dijo que si por él fuera no le concedía la licencia, pero entendía que debía irse.

Recientemente, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación declaró válida la consulta realizada en 2015 en Ayutla de los Libres, Guerrero, para que la elección de las autoridades se realice por usos y costumbres. El fallo es irrevocable. El municipio dejará la participación de los partidos políticos y adoptará esta forma de “autogestión” e irónicamente dejará de regirse bajo la Carta Magna.

El senador Pablo Escudero empuja el proyecto de crear unas reglas de contacto entre los legisladores y los integrantes del Comité Ciudadano del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA). El objetivo es que todo tipo de reunión, encuentro y saludo sea notificado a fin de que no se pueda decir que los partidos metieron mano.

Los tres principales partidos (PRI, PAN y PRD) ya levantaron la mano en el tema de los gobiernos de coalición. Hace unos días los tres organismos políticos ya dieron a conocer que no les disgusta la idea. Pero no puede desecharse lo que piense el cada vez fortalecido Movimiento Regeneración Nacional. Y es que para Martí Batres el que tenga más votos es el que tiene que gobernar.