Si alguien madrugó ayer fue Enrique Ochoa quien, ni tardo ni perezoso, se apersonó en las oficinas de los consejeros del INE para ir a cabildear que no abran la puerta de la anulación en Coahuila. Durante gran parte del día, Ochoa habló con varios consejeros, incluido Lorenzo Córdova, presidente del INE, para intentar convencerlos de su candidato en Coahuila no rebasó el tope de gasto y que el viernes cierren la posibilidad de que se anule esa elección.
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