No es casualidad, desde aquel Acapulco 2005 a “Rafa” Nadal se le tiene que ver en la cancha con la pasión y el sentimiento por delante.
O lo quieres o lo odias, pero su tenis y personalidad no admiten medianías.
El solo conjuro del nombre de Rafael Nadal nos transporta en este impresionante escenario del Abierto Mexicano de Tenis a niveles de expectación, emoción y pasión como nunca los habíamos vivido en los 20 años de historia de este nuestro Abierto de Acapulco, que hoy presume con solvencia ser el evento estelar del tenis en Latinoamérica.