Dos accidentes en automovilismo tremendos y uno de estos tuvo consecuencias enormes, con medidas de seguridad muy diferentes. Desafortunadamente el que ocurrió en Chihuahua fue debido a la estupidez de quienes lo organizaron, lo aprobaron y de quienes asistieron al evento de las Monster Trucks. 

Y no son solo los resultados sino la forma en la que los obtiene, prácticamente pasando por arriba de todos sus rivales, incluído el debilucho Chivas, que no tuvo tamaños para el clásico. 

Y al mismo tiempo Sebastian Vettel a bordo de una nave casi espacial, mantiene una ventaja más que cómoda, perfilándose a su cuarto título del mundo, y esto no es casualidad, es uno de los grandulones en el mejor coche. A este par solo le falta un elemento para ser una tercia perfecta, que este viernes el Tri despierte y regrese al nivel arrollador que tuvo en los dos últimos años.

No solamente ya no hay margen de error en el Tri,  sino que hoy estaríamos fuera del Mundial, así es que…

Todas las especulaciones sobran

Los proyectos, los procesos, habrá que hacerlos de lado. 

A final de cuentas son todos los que están y vamos contra el viejo principio que dice: “ni son todos los que están… ni están todos los que son”. 

Lo decía Pedro Navajas y lo decía bien: “La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”, y agregaría aquí las ironías de la vida.

En estos días Usain Bolt está cumpliendo una gira con sus patrocinadores de la marca Puma y otras más que lo han llevado a Buenos Aires, que no tiene una cultura de atletismo sino de otros deportes como el basquetbol, futbol o hockey sobre pasto, pero en el atletismo le ocurre igual que nosotros con mucha indiferencia.

El tema de Carlos Vela con la Selección Mexicana de Futbol ya lleva tintes de telenovela, y cada vez la quieren prolongar.

La realidad es una, Vela no viene al TRI y punto, tema que no pasa por la dirección de Selecciones Nacionales que dirige Héctor González Iñárritu, y tampoco por la Federación Mexicana de Futbol  que dirige Justino Compeán.

Aquí el tema es sin duda ese pequeño hilo que sostiene y que al mismo tiempo forma una amalgama prácticamente irrompible, siempre y cuando se cumplan…

Los códigos no escritos