Un fin de semana donde al final de cuentas las grandes figuras aparecieron.

Yo comenzaría si le parece, más allá del futbol, con el tenis, la Final de la Copa Davis, que es el torneo por naciones que hace más de 100 años que se disputa. 

El futbol es un deporte de conjunto en el que nadie puede ganar solo, sin embargo, cuando las cosas van críticas, son precisamente las figuras y figurones los que sacan talentos y facultades para definir, ya sea en la portería o defendiendo, en la media cancha asumiéndose mandones, o anotando los goles decisivos para sus equipos. 

América termina arrollando al León de Juan Antonio Pizzi, que acaba atragantándose con esas palabras llenas de veneno en el sentido de retar al arbitraje y achacar a “los intereses de las televisoras” por buscar desestabilizar a su equipo. Para nada, el León de anoche se desestabiliza solito cuando el ánimo y la garra decae ante el ímpetu americanista y ahí era en donde el técnico Pizzi debía sacar la cara frustrante porque no pudo y no supo y su León termina noqueado sobre la cancha del Azteca con un 4-1 que parece lapidario.

¡Súper primer tiempo!  

A pesar de las voces de los puristas y de los amargadones que dicen que el campeón de futbol mexicano tendría que ser el superlíder, bueno el superlíder en este formato sería el  que gana la primera vuelta, tendría que jugarse la segunda vuelta para que todos los equipos jugaran contra un rival afuera y en casa.

‘Memo’ Vázquez debe dejar las falsas modestias y asumirse, como lo consideran los otros siete, como el técnico con el equipo a vencer en esta Liguilla en la que Todos van contra Pumas. No se trata de salir de boquiflojo a hacerle al “Mourinho” menospreciando rivales, por el contrario, dentro de su muy positivo estilo serio y poco comunicativo, que es una de sus cualidades personales contagiadas al grupo, sacarle provecho a ese respeto que los otros siete rivales sienten por este Pumas favorito, con los pies bien plantados sobre el suelo, sabedores que todos parten de cero.