No pretendo erigirme como juez, no lo soy, me descalifico en el conocimiento de muchas circunstancias en este paro arbitral, en esta huelga de árbitros sobre quién tiene la razón cómo, en dónde, que si reglamentos o no reglamentos, pero lo que si es definitivo es que este paro, esta huelga, debe considerarse como un paro de vergüenza.

Guanajuato vibra y vibra a más de 200 kilómetros por hora este fin de semana, luego de que la tercera etapa del Campeonato Mundial de Rallies que se celebra en Guanajuato, alrededor del Cerro del Cubilete, ya esté aquí con nosotros.

Arrancando en el Zócalo capitalino en una más allá de exhibición, porque esos minutos que usted dirá: “pero si solamente sumaron tres minutos, tres minutos y medio, ¿qué puede contar a lo largo del Rally cuando hay etapas de 52 kilómetros?”, pues pueden contar.

¿Cómo lo queremos ver?

Cómo que el Barcelona logra el milagro de los grandes, de los de la jerarquía, de las leyendas, de esos que pasan a la historia por haber logrado esta hazaña monumental de quitarse de encima un 4-0 y después del gol de visita que anota el París Saint Germain y que mete 6-1 en unos Octavos de Final de la Champions League… ¿lo queremos ver como esa hazaña monumental, como ese milagro que solamente los equipos grandes y los de jerarquía pueden hacer?

Por eso son grandes, llámelos como quiera, podemos definirlo como jerarquía.

Los Grandes son grandes, aparecen justamente cuando se requiere que se aparezcan para resolver.

Con los grandes no hay excusas para justificar alguna derrota o algún tropiezo, tampoco hay una sobrevaloración de los triunfos porque tienen eso, la costumbre de ganar y eso es importante, ¿cómo se consigue la costumbre de ganar?, ganando.

Real Madrid y Bayern Munich tuvieron dos obstáculos paralelos.

Abierto Mexicano de Tenis, ¡qué evento!, qué evento disfrutamos en Acapulco estos extraordinarios días.

Extraordinario también para el Puerto por la gran derrama económica que provocó el Abierto y ojalá sirva como detonador para las próximas semanas previas a la Semana Santa y después al verano, porque Acapulco así lo necesita. Pero vamos a los ecos del Abierto Mexicano de Tenis.