Aunque el cloro desinfecta el agua al eliminar millones de microbios, la tarea se complica cuando se trata de desechos humanos.
Luego de analizar 160 filtros de albercas públicas y privadas de Atlanta, en Estados Unidos, investigadores de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) encontraron que más de la mitad de las muestras estaban contaminadas con E. coli (Escherichia coli) proveniente de heces humanas.
María Alesandra Pámanes