Aún no se sabe de algún ser humano que haya encontrado la “fuente de la juventud", pero sí de hallazgos científicos recientes que podrían ayudar a evitar los estragos del envejecimiento.
El secreto podría estar en los hábitos alimenticios, el ejercicio y el balance de las emociones, pues llevar un estilo de vida sano podría modificar nuestra genética.
María Alesandra Pámanes