Han pasado varias semanas y no cesa esa rigidez que sentimos en la nuca. Podemos hacer caso omiso al problema o nos tomamos un relajante muscular y seguimos adelante con nuestra vida.
Si somos hipocondríacos, nos preocupamos, nos enfocamos en la molestia, pensamos lo peor y creemos firmemente que nuestros síntomas son producto de una grave enfermedad o padecimiento.
Eugenia Rodríguez