En junio de este año aludimos a una investigación que reveló que un grupo de personas abandonó el hábito de fumar tras un año de haber inhalado vapores aromatizados de cigarrillos electrónicos, con dosis medias o bajas de nicotina.
Inclusive dejaron atrás la necesidad y la ansiedad de utilizar estos dispositivos.
Y es que muchas personas están apuntando a estos dispositivos electrónicos sin considerar que la nicotina, esa sustancia adictiva en el humo del cigarro, contribuye a un mayor riesgo de desarrollar aterosclerosis, la causa principal de ataques cardiacos.
Eugenia Rodríguez