La falta de tiempo, ganas o inclusive antojo son solo excusas para no prepararse un buen desayuno.
Y no necesariamente debe de ser el gran platillo “continental”, ni debe contener exceso de azúcar o grasa para que rindas durante el día y evites el riesgo de padecer problemas derivados de la falta de una buena alimentación matutina.
María Alesandra Pámanes