La beatlemania se encontraba tan desbordada a mediados de los 60 que, incluso los organizadores podrían mandar cuatro figuras de cera del cuarteto de Liverpool al escenario y aún así el público aplaudiría y gritaría todo la noche, por lo menos esa era la opinión de John Lennon.
Paul McCartney, George Harrison, Ringo Starr, y el propio Lennon, enfrentaron por primera ocasión los delirios de la fama en 1966, no sólo algunos seguidores habían dejado la música The Beatles en un segundo plano, sino que cada vez eran más vistos como una banda de moda.