Cuando se anunció la muerte de Adam Yauch, mejor conocido como MCA de Beastie Boys, una carretada de elogios y buenos comentarios le siguieron en redes sociales y medios de comunicación de parte de su base de fans y personajes de la música. 

El Estadio Olímpico de Londres no solo fue sede del espectáculo atlético de Usain Bolt o de hazañas como el crossover paralímpico de Oscar Pistorius, también sirvió de escenario para el desfile de las glorias y promesas musicales de Gran Bretaña en las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos (JO) más pop desde Atlanta 1996. 

Cuando uno escucha “música electrónica” tendemos a pensar en tracks bailables, beats revolucionados y, a últimas fechas, gracias a gente como Skrillex, en el épico bass drop.

Salvo este último elemento, que se lo dejamos a los especialistas en dubstep, Hot Chip cumple con los parámetros para que sus canciones sean consideradas música electrónica.

Su fama está basada en grandes tracks bailables. Algunos ya clásicos como “Over and Over”, la intensa “Ready For The Floor” o su más reciente canción para alegrarte la semana, “Don’t Deny Your Heart”. 

Ya lo hemos dicho en este espacio: la música del tijuanense Antonio Gallardo debería ser más escuchada. 

En un momento en el que el rock nacional vive un periodo de reciclaje, la inquietud por escuchar sonidos diferentes ha provocado que surjan propuestas interesantes en el terreno de la electrónica y la experimentación hechas en México. 

Pese a ser el artista que mejor representa el sonido de Gran Bretaña actualmente, Plan B nunca estuvo contemplado para participar en los Olímpicos. Digamos que sus canciones no son una celebración de la vida en la isla, sino una evaluación aleccionadora sobre todo lo que está mal dentro del Estado Británico.