El 15 de noviembre se cumplió apenas el cuarto mes de haber sido lanzado el sencillo más exitoso del año a nivel mundial. Hace apenas dos meses, cuando recién hablamos de "Gangnam Style" en este espacio, nos sorprendimos porque en YouTube el video había sido visto 119 millones de veces.

Sin embargo, 120 días y más de 763.5 millones de vistas después, el sencillo de Park Jae-Sang, el cantante coreano de 34 años mejor conocido como Psy, no ha llegado al número uno de la chart que más importa: el Billboard Hot 100 de Estados Unidos.

Hace poco menos de 10 años, Beck predijo que el futuro de la música serían sonidos similares a los de los videojuegos. Esa predicción es una realidad de muchos músicos actuales, pero ninguno tan exitoso como los sonidos de Calvin Harris, dignos de una consola de pocos bits.

Calvin Harris no es el nombre más reconocible de la música. Pero eso poco importa cuando tu estilo de producir sencillos te convierte en una máquina de éxitos a quien media industria musical está persiguiendo para lograr un hit.

Con “bastards”, un álbum que recopila los remixes favoritos de Björk que se desprenden de su más reciente producción, la artista islandesa cierra el círculo de “Biophilia”, un proyecto sumamente creativo que la llevó a expandir sus horizontes artísticos.

Con su trayectoria e influencia, Björk goza de la ventaja que tiene una banda como Radiohead: si un día se levantan con el antojo de que una canción suya sea remixeada por un determinado grupo, DJ o productor, solo tienen que pedirlo y se hará realidad. 

En 25 años, cuando Elizabeth II ya no esté en el trono, Keith Richards haya por fin sucumbido a su destino final y Paul McCartney ya no pueda cerrar con “Hey Jude” cada uno de los grandes eventos británicos, alguien más va a tener que hacerse cargo de ese tipos de compromisos. 

La respuesta –aunque puede no gustarles a muchos– la descubrimos este verano. Coldplay ganó la batalla de las bandas y sobre ellos recaerá esa responsabilidad.

Deftones es la excepción a la regla del nu metal, un fugaz género de finales de los 90 y principios del nuevo milenio.

Desde entonces, bandas vinieron y se fueron, otras se mantuvieron con más pena que gloria, pero Deftones superó –y con creces– lo hecho por cualquier otro acto similar.

El secreto está en la conjunción. La banda es lo que es hoy gracias al liderazgo vocal de Chino Moreno y la furia melódica que emana de la guitarra de Stephen Carpenter.