Hay una especie de "movimiento" o género musical gestándose desde hace un par de años, uno al que por cierto no le interesa mucho salir de su "cueva". Son proyectos efímeros que están constantemente cambiando de nombre; algunos incluso son impronunciables, imposibles de “googlear”.
Usando como base estética la reproducción de sonidos "ambientales" asociados a productos seudoculturales como los “infomerciales” de la era preinternet, el llamado vaporwave se ha hecho paso de manera silenciosa a través de una docena de actos.
Juan Antonio Zertuche