En este regreso a clases, acostumbrarse a los nuevos horarios y a levantarse temprano le cuesta a chicos y grandes.
La mejor opción para llevar una vida sana y descansar durante la noche es tener una alimentación saludable y hacer ejercicio.
Sin embargo, cuando eso no es suficiente y los niños no quieran –o no puedan– conciliar el sueño por la cantidad de energía que tienen, tal vez sea momento de leerles un cuento para dormir. Y no uno cualquiera.
María Alesandra Pámanes