Así como cualquier padre se habría levantado con un gran susto al recibir la llamada de su hija a las 6 de la mañana, así despertó Fernando del Paso cuando le llamó su hija Paulina a dicha hora, el día de ayer.
Entre el llanto de la felicidad, Paulina le dijo a su padre que tendría que escribir otro discurso, ya que había sido galardonado con el Premio Cervantes 2015, la máxima distinción de la lengua castellana.
María Alesandra Pámanes