En Hollywood se tiene que ser “casi perfecto” físicamente.
No importa que tengas el cuerpo de envidia, con esos brazos perfectamente esculpidos y unas piernas que dejan boquiabiertos a los paparazzi.
Si el cutis no es de bebé, la sonrisa no es Colgate y el bronceado no es el mejor balanceado, el paquete de belleza está incompleto. Y más aún si hay arrugas en la piel.
Y no hablamos de las líneas de expresión del rostro que pueden desaparecer con botox, sino de las arrugas en la rodillas que, como las manos y el cuello, son voceras del envejecimiento.
Eugenia Rodríguez