El anuncio de ayer del gobernador Jaime Rodríguez de que pidió la renuncia a todos los oficiales del Registro Civil es un intento tardío de control de daños por parte del Estado.

La bomba ya está activada en esta dependencia que encabeza Raúl Guajardo Cantú, excandidato del PES a la gubernatura del Estado.

Desde hace una semana Guajardo Cantú ha estado convocando a los funcionarios estatales para solicitarles que pongan a disposición del gobernador su renuncia  “como un acto de confianza”.

La luna de miel entre el priista Marco González y el panista Arturo Salinas en el Congreso del Estado ha terminado y se pronostica una separación complicada.

El fracaso para nombrar a Eduardo Román como presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos –boicoteado por el PAN- fue la gota que derramó el vaso.

El coordinador del PAN no cumplió su palabra que empeñó con el líder del PRI de conseguir los votos azules para poder sacar este nombramiento.

Llegó a la reunión con una actitud diferente. “Más centrado”, dijo uno de los presentes. Eso sí: se veía más preocupado que lo normal.

El día de ayer en la Ciudad de México el gobernador Jaime Rodríguez tuvo una reunión-comida con los coordinadores de los diputados federales de Nuevo León.

En el encuentro con el mandatario estuvieron presentes los legisladores Álvaro Ibarra, Ricardo Canavati, Waldo Fernández y Ximena Tamariz.

La reunión se llevó a cabo en la sucursal que el restaurante sampetrino La Buena Barra tiene en la zona de Polanco. 

En la lista de 200 lotes que el Gobierno del Estado planea vender para conseguir recursos adicionales hay terrenos de todo tipo.

Hay predios que carecen de gran valor, pero en cambio hay lotes que gozan de una ubicación privilegiada en el centro de Monterrey con una alta plusvalía.

Uno de ellos es el estacionamiento ubicado en la manzana que comprende las calles de Washington, Zaragoza, Zuazua y 5 de Mayo.

¿Se imaginan lo que un particular podría construir en ese predio? 

Tras su toma de protesta como dirigente estatal del PRI, César Cavazos debe de concluir la operación cicatriz entre el priismo de Nuevo León.

Lo más urgente para el nuevo líder tricolor es conseguir que todos los grupos del PRI –hasta los inconformes con su designación - jalen con él por el bien del Partido.

César tiene que cerrar el acuerdo de unidad que lo llevó a la presidencia con la inclusión de todas las corrientes priistas que hay en el Estado y no sólo las que representan los grupos que apoyaron su candidatura.