Por segunda vez, en menos de un mes, una protesta en Palacio de Gobierno se salió del control y estuvo a punto de terminar en una tragedia.

La manifestación de anoche en la Macroplaza, convocada para inconformarse contra del gasolinazo y el gobernador Jaime Rodríguez “El Bronco”, fue reventada por personas con capuchas y jóvenes que lanzaron petardos y causaron daños al Palacio de Gobierno.

El plan de seguridad que implementó Fuerza Civil para contener a los infiltrados y violentos fracasó. Llegaron hasta las puertas del Palacio de Gobierno para vandalizarlo.

En el PRI de Nuevo León el agandalle del fondo navideño de 500 millones de pesos que negociaron los alcaldes con el gobernador Jaime Rodríguez trae a muchos enojados y advierten que habrá consecuencias.

Se habla al menos de un grupo de 12 alcaldes tricolores, incluyendo a metropolitanos como Clara Luz Flores y Óscar Cantú, que van a salir en los próximos días para manifestar públicamente su inconformidad por el reparto discrecional de esto recursos extraordinarios.

En diciembre a los alcaldes de Nuevo León les llegó la Navidad. 

Santa Clós no se olvidó de ellos.

Bueno no de todos.

La aprobación del presupuesto en el Congreso del Estado –donde los diputados priistas y panistas fueron comparsas del gobernador Jaime Rodríguez – provocó un milagro de la Navidad.

Las arcas municipales –vacías el fin de año por los pagos de aguinaldos- de pronto se llenaron de nuevo de “cash”.

Si los brillantes estrategas del Gobierno del Estado habían calculado que la inconformidad ciudadana por el tema de la tenencia vehicular y alza de otros impuestos se iba a diluir por las fiestas navideñas otra vez se equivocaron.

El día de ayer en el Pabellón Ciudadano, la organización que encabeza Pedro Rodríguez, “El Fufito”, orga

¿Quién está detrás de las protestas contra “El Bronco”?

Ojo: No decimos que la indignación contra el gobernador Jaime Rodríguez por su presupuesto recaudatorio y promesas incumplidas no sea real.

El hartazgo contra el mandatario existe: está en las calles, en los cafés, en las redes sociales.

Pero sería ingenuo pensar que no existen “fuerzas ocultas” interesadas en desestabilizar el gobierno independiente aprovechando el enojo ciudadano.

Entre los manifestantes que este martes tomaron el Palacio de Gobierno había de todo.