Parece que la música contemporánea ha adquirido una nueva clase de respeto de parte de la denominada “alta cultura”.
Lástima que el sociólogo francés Pierre Bourdieu ya no vive, en un descuido con los conciertos –o presentaciones– que se han hecho en museos como el MoMA y ahora en el Tate Modern, podría actualizar su libro “La distinción. Criterio y bases sociales del gusto”.
Juan Antonio Zertuche