COLUMNISTAINVITADO
Una persona puede marcar la diferencia
Su historia ha traspasado fronteras y su fecundo ejemplo ha inspirado la acción de muchas otras personas en todo el mundo. Los logros de Wallenberg nos recuerdan la constante necesidad de combatir la injusticia y el racismo.
Como diplomático y hombre de negocios, Wallenberg se incorporó en junio de 1944 a la misión diplomática de Suecia en Budapest.
Su trabajo consistió en lanzar una operación de salvamento de judíos.
Les proporcionó pasaportes de protección suecos y les brindó refugio en edificios alquilados al efecto, las llamadas “Casas de Suecia”.
Jörgen Persson