Cuando recuperas dos toneladas de uranio en el corazón de la capital boliviana, saber cuál era su destino es indispensable.
Y más si las sospechas te vinculan con Irán, país plagado de sanciones internacionales por las supuestas intenciones de desarrollar armas de destrucción masiva.
Bolivia hoy enciende de nuevo el fuego de la crisis nuclear en el mundo.
La incautación
Jorge Mireles