A unos días de que Miguel Ángel Mancera asuma el cargo de jefe de gobierno del Distrito Federal, ya tiene en puerta su primera, y difícil, encomienda: convertir a la capital del país en el Estado 32 de la República Mexicana.
A pesar del aparente despliegue de apoyo político en un evento ayer, aún no existe un documento base, con las líneas básicas del proyecto, ni una mano que pretenda encabezar los trabajos de la iniciativa de ley. Mucho menos un plazo fatal.
Jonathan Villanueva