Tras cumplirse seis meses de que el Gobierno de la Ciudad de México aumentó la tarifa del Metro, de tres a cinco pesos, no hay poder humano que logre acabar con el imperio de los vagoneros.
Y es que es una práctica común encontrar a vendedores de dulces, discos compactos y demás artículos al menudeo en los andenes y trenes del Sistema de Transporte Colectivo Metro.
Esto, a pesar de que las autoridades locales se comprometieron a sacar el comercio informal de sus instalaciones, una vez que se concretara el aumento al boleto del Metro.
Jonathan Villanueva