Al continuar en operación el Acuerdo para el Apoyo Federal a la Seguridad en Michoacán, las Fuerzas Federales desplegadas en la zona se han comenzado a hacer cargo de la seguridad pública en los municipios con mayor incidencia delictiva.

Hasta ayer ya eran ocho los municipios cuya seguridad local había quedado en manos de los militares.

Elementos del Ejército desarmaron a las policías municipales de Arteaga, Tumbiscatío, Coahuayana, Peribán, Aquila y Ziracuaretiro. 

A 48 horas de haberse firmado el Acuerdo para el Apoyo Federal a la Seguridad de Michoacán, el Ejército tuvo una incursión fallida en el municipio de Nueva Italia. En donde miembros de las autodefensas continúan con su patrullaje armado.

Las Fuerzas Federales que arribaron a esta entidad para iniciar el desarme se mantienen replegadas, mientras que las autodefensas insisten en su postura de no dejar las armas hasta que Michoacán quede libre de cárteles del narcotráfico. 

El gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo Figueroa, anunció que el encuentro de ayer con el gabinete de seguridad federal no sería “una reunión más”.

Pese a la espectacularidad de su aviso, finalmente sí fue una reunión más.

El titular de la secretaría de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, reiteró el apoyo y la disposición de trabajo del Gobierno Federal para alcanzar un verdadero estado de derecho en Michoacán. 

En tanto el gobierno federal y estatal siguen anunciado que en “los próximos días habrá una estrategia integral de seguridad para Michoacán”, el conflicto armado en la zona de Tierra Caliente sigue escalando. 

Este fin de semana se dieron al menos siete enfrentamientos entre grupos de civiles armados que se disputan el control de los municipios de Nueva Italia (Francisco J. Múgica) y Apatzingán.

Nadie voltea a verlos, no hay programas oficiales que los contabilicen, mucho menos existen acciones tendientes a resolver la situación de abandono en que se encuentran. Son los niños huérfanos de Michoacán, que podrían ser más de 7 mil. 

Ellos son víctimas de la ola de violencia que se vive en ese estado desde el 2006, cuando el Gobierno Federal de Felipe Calderón comenzó a aplicar su llamada guerra contra el narcotráfico.