Los actos de Hugo Chávez son extremadamente elaborados, en escenarios grandes, con equipos de producción y el desplazamiento de partidarios.
Los de su rival, Henrique Capriles, son comparativamente pequeños, en escenarios más diminutos --a veces el remolque de un camión– y sin la difusión que tienen las presentaciones del presidente.
Chávez mira sonriente a los venezolanos desde carteles publicitarios desplegados por todo el país y la televisión difunde no solo sus avisos sino también sus maratónicos monólogos.
Indigo Staff