La esperanza de hace cuatro años en América Latina era grande cuando Barack Obama llegó por primera vez a la Casa Blanca.
El primer presidente afroamericano hacía pensar que se tendría una representación significativa de las minorías, y por ende, los lazos con los latinoamericanos serían mucho más positivos.
Después de confirmar su reelección, las esperanzas de un gran cambio son pocas, cosa que confirman analistas y asesores del demócrata que venció a Mitt Romney en los comicios del 6 de noviembre.
Lo que le preocupa a EU
Indigo Staff