La batalla de las tribus del PRD por repartirse el poder no se limita sólo a los puestos en el Gobierno central y las delegaciones, sino que va más allá. Por eso, es común encontrar en cargos directivos a hermanos, hijos, esposas, sobrinos y demás parientes de los cabecillas de las tribus, como parte del llamado pago de “cuotas” que hace el funcionario que accede al poder
Icela Lagunas