Todos nos hemos sentido física y mentalmente agotados por el acelere y las responsabilidades cotidianas.
Pero cuando vivimos cansados día y noche, enfermos e irritables, y con el único interés de que se termine el día para desconectarnos de todo en la cama, lo más probable es que nuestro cuerpo haya rebasado su límite de estrés.
Porque una cosa es ese estrés que podemos manejar diariamente, sea por tráfico, las tareas domésticas, una fecha límite para cerrar un proyecto o la carga laboral, etc.
Eugenia Rodríguez