Lo que no te mata te hace más fuerte", "después de la tormenta viene la calma", "Dios nunca te dará una cruz que no puedas cargar", son solo algunas frases que hemos escuchado por generaciones.
El mensaje que se repite es que tenemos que sufrir para crecer, aprender, madurar y evolucionar. Pero si esto fuera cierto, ¿por qué hay quienes viven bajo una tormenta toda su vida y no aprenden?
¿Por qué no todos los que sufren mejoran como personas? Si lo que no te matara te hiciera más fuerte, todos serían fuertes.
Annette Manautou