En medio del júbilo del triunfo de nuestra Selección, en un partido que con mucha autoridad supera a los japoneses tan ilusionados como nosotros para alcanzar su primera final olímpica en toda su historia, va mucho más allá y repercute de ida y vuelta hasta la luna y de regreso, de ese tamaño dimensiono la victoria del equipo mexicano por muchos aspectos: en primer lugar…
Se acaban los nuncas
Alfredo Domínguez Muro