Los dos TREJOS de PUMAS equivocan rotundamente sus acciones y argumentos. Mientras el Trejo de la cancha, José Luis, sale al paso de los justificados cuestionamientos con respuestas ridículas, el TREJO de la oficina, MARIO, se hace a un lado, salta del barco dejando un paquete que huele a fracaso y un equipo avejentado lleno de veteranos sin convicción.
Y lo peor, avisa que se va “pase lo que pase” en una muestra más que real de su distancia con el INGENIERO JORGE BORJA, a quién muchos critican, sin conocer, de estar alejado del equipo.
Alfredo Domínguez Muro