Hoy nuestro Tri grande, así le dicen al estelar con eso de tantos “Tris” en este verano, se juega ante Trinidad y Tobago no el pase a la siguiente ronda que ya lo tenemos por default, sino el pase en primer lugar para seguir la ruta trazada por CONCACAF para encontrar a los gringos, que ya hicieron su tarea, hasta la mismísima Final.

Diego Armando Maradona, para muchos el mejor jugador de siempre en el fut universal, mientras no se mencione a Pelé entre los retirados y a Lionel Messi entre los que aún juegan, pierde una oportunidad DE ORO para guardar silencio y en lugar de esto, le da con todo “por su falta de compromiso con Argentina” al que hoy por hoy es el mejor jugador del planeta.

El Diego no ha tenido que morir (por fortuna) para ser colocado en uno de los tres nichos de los mitos argentinos al lado de Evita Perón y Carlos Gardel.

Hace unos días me uní a quienes levantamos la voz, haciéndonos eco de la indignación y frustración que nos causó la medida ligera de ver cómo en un, hasta agresivo mensaje de Conade, comunicar que se había tomado la decisión de NO otorgar los tradicionales y merecidos premios y estímulos a los atletas y medallistas distinguidos en estos Panamericanos Toronto 2015, como se había hecho históricamente en competencias similares. Hoy aplaudimos esta medida de rectificar a tiempo por parte de su director Alfredo Castillo.

No es un regalito

Nada ni nadie es eterno, no lo fueron aquellos que buscaron la fuente de la eterna juventud, como Dorian Gray (el verdadero, no el de las 50 Sombras) el personaje de la novela legendaria de Oscar Wilde, que vende hasta su alma por ese sueño irrefrenable de nunca envejecer.

O el fausto de la literatura alemana en sus muchas versiones, inclusive la opera de Charles Gounod.

Y claro, aquellos vampiros de todas partes y de todos calibres que durante años lo entregan todo por poder vivir “para siempre”.

Don Mario...

Toronto.-

Al apretar a los atletas, la Conade dispara al objetivo equivocado, las Federaciones irregulares, quitarles estímulos  es un retroceso, como si el estado mexicano les hubiera dado todo cuando son las familias quienes han puesto alma, vida y corazón por “sus” muchachos, ya después, llega el aparato deportivo nacional a ofrecer los apoyos hasta donde se puede.