A las múltiples irregularidades financieras y los vicios ocultos que aquejan a la Línea 12, se agrega un elemento que confirma la responsabilidad de Marcelo Ebrard en la fallida obra.
Además de que una parte está construida sobre lo que legalmente se conoce como suelo de conservación, el trazo definitivo viola el polígono establecido por la Organización de las Naciones Unidas como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Alejandro Envila Fisher