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Inmerso en la violencia

Después de que el ataque terrorista en donde murieron 54 personas en medio de una gran boda kurda en Gaziantep fuera atribuido por el presidente turco al Estado Islámico, el Primer Ministro Binali Yildirim siembra la confusión sobre los responsables del ataque diciendo “ignorar totalmente” la identidad de los atacantes. 

 

66
personas siguen hospitalizadas hasta el momento, incluyendo a 14 en estado grave
Gaziantep es una gran metrópolis poblada por cerca de 2 millones de personas, incluyendo muchos refugiados del conflicto sirio, y es famosa por albergar a células yihadistas
El ataque en Gaziantep tuvo lugar el mismo día en que el Primer Ministro Binali Yildirim anunció que Turquía buscaba jugar un papel ‘más activo’ en la resolución del conflicto sirio
La información sobre los autores de este ataque y su organización es, por desgracia, inexacta” 
Binali YildirimPrimer Ministro

Después de que el ataque terrorista en donde murieron 54 personas en medio de una gran boda kurda en Gaziantep fuera atribuido por el presidente turco al Estado Islámico, el Primer Ministro Binali Yildirim siembra la confusión sobre los responsables del ataque diciendo “ignorar totalmente” la identidad de los atacantes. 

 

Una declaración que contradice a la que el presidente Erdogan había dado este domingo.

 

“La información sobre los autores de este ataque y su organización es, por desgracia, inexacta”, dijo el Primer Ministro, en contradicción con el Jefe de Estado. 

 

El domingo, Erdogan señaló que había sido un ataque perpetrado por un terrorista suicida que “o bien se había hecho explotar, o fue accionado a distancia”, pues un chaleco de explosivos fue encontrado en la escena del ataque y que el terrorista tenía una edad comprendida entre los 12 y los 14 años.

 

Hasta el momento 66 personas siguen hospitalizadas, incluyendo a 14 en estado grave, de acuerdo con el diario Hürriyet, y las pruebas de ADN están siendo estudiadas para determinar con certeza la identidad, nacionalidad y el sexo del atacante. 

 

Además, las autoridades están buscando activamente a dos personas que presuntamente acompañaron al terrorista al lugar de la fiesta antes de huir.

 

Aunque las fuerzas de seguridad turcas insisten en que el ataque fue llevado a cabo por miembros del Estado Islámico en represalia por la ofensiva de las milicias kurdas y la oposición apoyada por Siria y Ankara contra el EI, aún con presencia en Siria. 

 

Rebelión kurda y EI: la doble amenaza 

 

Los ataques han aumentado desde junio del 2015 y desde hace más de un año, el país se encuentra inmerso en un clima de violencia generalizado. 

 

El terrorismo que sacude a Estambul está vinculado a dos amenazas diferentes: la que resulta de la reanudación del conflicto con el partido separatista de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) – en conflicto con Ankara desde 1984 -, y la amenaza que representa el Estado islámico (EI), que tiene un gran asentamiento ilegal en territorio turco, y que utiliza como ruta de tránsito la frontera sirio-iraquí.

 

Cerca de Siria, Gaziantep – la ciudad comercial más grande al sur de Turquía, situada a tan solo 120 kilómetros de Alepo, y en donde numerosos refugiados se encuentran huyendo de la devastadora guerra civil que vive actualmente esa ciudad -, es, como Alepo, una gran metrópolis poblada por cerca de 2 millones de personas, incluyendo muchos refugiados del conflicto sirio, y es famosa por albergar a células yihadistas. 

 

El ataque en Gaziantep tuvo lugar el mismo día en que el Primer Ministro Binali Yildirim anunció, durante una mesa redonda con periodistas extranjeros en Estambul, que Turquía buscaba jugar un papel “más activo” en la resolución del conflicto sirio. 

 

Y es que desde mayo, Turquía está en fase de redefinición de su enfoque diplomático y un posible cambio de enfoque en Siria, pues la oposición turca critica al presidente de poner a Turquía en peligro por su intervención en el conflicto.

 

Pero además de la redefinición de su papel en Siria, la normalización de su relación con Israel, un enfoque más moderado con el presidente egipcio y los gestos conciliatorios con Rusia, los diplomáticos turcos han intensificado recientemente los contactos con sus homólogos iraníes. Y ya se prepara una reunión tripartita entre Irán, Rusia y Turquía, esperando que el presidente Erdogan visite Teherán en breve.

 

Pero Turquía, que apoya la rebelión del régimen sirio, ¿podrá encontrar un terreno común con Moscú y Teherán, que defienden a Assad? 

 

Hasta ahora, sus opiniones difieren sobre la suerte del presidente sirio, a quien Erdogan quiere ver partir, a diferencia de su homólogos ruso, Vladimir Putin, e iraní, Hasan Rowhani, pero la posición de 

Turquía tendría que ceder hasta el punto de aceptar que Assad se quede en el poder el tiempo necesario para organizar la transición. Pues sujeto a constantes ataques del PKK en el sureste, Turquía percibe más que nunca la amenaza de ver surgir una vasta región autónoma kurda en el norte de Siria y esta preocupación se ha vuelto más urgente que el futuro de Assad.

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