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Guatemala bien alimentada

Una agrupación de jóvenes guatemaltecos han unido fuerzas en su país para iniciar una guerra.

Sin embargo, la batalla no lleva fusiles ni intercambian disparos, sino se dedican a combatir un enemigo presente en América Latina y en muchas otros países con problemas de pobreza: la desnutrición.

"Por amor a la patria y porque me comprometí con Guatemala, voy a terminar esto que comencé”
Isabela TzocParticipante del proyecto “Jóvenes Centinelas contra la desnutrición”

Una agrupación de jóvenes guatemaltecos han unido fuerzas en su país para iniciar una guerra.

Sin embargo, la batalla no lleva fusiles ni intercambian disparos, sino se dedican a combatir un enemigo presente en América Latina y en muchas otros países con problemas de pobreza: la desnutrición.

Como parte de la iniciativa de la red de desarrollo del diario inglés The Guardian, se publicó un reportaje de un grupo de 157 guatemaltecos voluntarios que participan en la iniciativa “Jóvenes Centinelas contra la desnutrición”, dependiente del Consejo Nacional de la Juventud del gobierno estatal.

De acuerdo a cifras de la UNICEF, Guatemala posee la tasa más alta de desnutrición crónica infantil en América Latina, con uno de cada dos niños menores de cinco años en dicha situación.

Isabela Tzoc, voluntaria del servicio dijo para The Guardian: “Me siento orgullosa de ser parte de este cambio. La desnutrición no se puede acabar en dos o tres años, pero este es el inicio y quiero ser parte de él”.

Gracias a una ley vigente desde 2011, los guatemaltecos en edades entre los 18 y 24 años podrán hacer su servicio militar colaborando con proyectos de ayuda social, en lugar del adiestramiento armado.

Ahora, en lugar de practicar tiro con armas de fuego, la juventud guatemalteca puede ocupar sus 728 horas de servicio militar obligatorio en cosas más positivas.

Con la nueva legislación se podrá impartir capacitación contra la desnutrición colaborando con la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SESAN).

El proyecto está estructurado  en dos fases: la primera, recibiendo una capacitación de la SESAN durante dos semanas y la segunda, transmitir los conocimientos en las diversas comunidades vulnerables.

La intención es que el programa alcance la participación de 10 mil jóvenes.

Después enfrentar una guerra interna que dejó más de 200 mil muertos entre 1960 y 1996, donde se utilizó a jóvenes del servicio militar para el combate, ahora miles de guatemaltecos tendrán la oportunidad de librar una batalla para salvar vidas, no acabar con ellas.

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