Voto 2.0 para las elecciones de Jalisco y Coahuila
La implementación del sufragio electrónico enfrenta dos posturas: mientras que los representantes de Morena aseguran que esto no garantizará certeza en los resultados, el INE respalda la modalidad porque puede resultar más barata y se cuentan con los mecanismos suficientes para utilizarla
Rubén ZermeñoLa democracia está en constante evolución y la muerte del papel ya está anunciada. Durante estas elecciones, las más grandes en la historia del país, el INE aprobó nuevamente el uso de urnas electrónicas para los comicios de Jalisco y Coahuila.
Esta nueva modalidad abrirá la puerta a otros tipos de votos, además de que agilizará los procesos, evitará aglomeraciones y reducirá costos. Cualidades que en épocas de pandemia son esenciales para evitar nuevos contagios, garantizar la participación ciudadana y afianzar la democracia.
Para el partido en el poder, la apertura a la discusión de nuevas formas de votar es el equivalente a que se hubiera abierto la caja de Pandora. Inmediatamente, la maquinaria de Morena rechazó la medida al calificarla de “ilegal” y anunció que emprendería una ofensiva en contra en los tribunales.
Esta respuesta del partido guinda deja entrever que el conflicto entre el Gobierno federal y los órganos autónomos, específicamente el INE, continúa. Ya que el Poder Ejecutivo mantiene una cruzada contra dichas instituciones que se podría agravar conforme avanza el proceso electoral y que incluso podría derivar en una crisis postelectoral, debido a los más de 20 mil puestos de elección que estarán en juego.
Al respecto, el representante de Morena ante el INE y diputado federal, Sergio Gutiérrez Luna, comenta que ellos no están en contra de la urna electrónica, si no de que el órgano autónomo las vaya a implementar unilateralmente, ya que según él, esa labor corresponde al Congreso de la Unión y aunque las legislaciones de Jalisco y Coahuila lo prevén, las leyes federales no.
“Podemos opinar si son buenas, confiables o no, eso está muy padre, pero el INE no puede cambiar la forma en la que se vota de manera unilateral e ignorando la ley.
“Ellos argumentan que se ha implementado en otros estados, pero eso es porque la ley de esos estados lo prevé. En la legislación federal no está previsto eso. Ellos dicen que es una prueba, pero no es una prueba porque es vinculatorio en 100 casillas y el resultado que ahí se dé será el resultado definitivo en la casilla. Siguen con esta constante de querer cambiar la ley cuando ellos consideran que una cosa debe de ser de tal manera”, acusa.
Al reclamo de Gutiérrez Luna se suma la senadora de Morena Bertha Caraveo, quien cuestionó a los consejeros Ciro Murayama y Lorenzo Córdova por asumir funciones legislativas que presuntamente no les corresponden.
Murayama le respondió a través de redes sociales recordándole que dicho ejercicio ya se había llevado a cabo en las elecciones del año pasado en Hidalgo y Coahuila.
La prueba de la urna electrónica se hizo en las elecciones de 2020 y el resultado fue favorable por lo que se repetirá este año
“La prueba de la urna electrónica ya se hizo en las elecciones de 2020. Su partido no impugnó. El resultado fue bueno y se repetirá en 2021. El INE no legisla, hace pruebas para que los legisladores puedan decidir a partir de evidencia real, no de prejuicios”, contestó el consejero electoral a través de Twitter.
Por la mañana, la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero enfatizó en que la competencia constitucional y legal para la organización de las elecciones es el INE, por lo que llamó a respetar sus acciones y les pidió blindar el voto electrónico.
“Como ciudadana yo creo que tenemos que ir avanzando en las nuevas tecnologías, pero ¿qué seguridad tenemos de que estas nuevas tecnologías respondan efectivamente al voto? Eso es lo que realmente hay que cuidar y blindar sobre todo”, dijo para después pedirles a los inconformes que soliciten la intervención del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
El representante de Morena en el INE comenta que sí impugnaría la medida y que en el partido no se tiene confianza en las urnas electrónicas.
“No tenemos confianza (en las urnas electrónicas), deben de hacerse los estudios suficientes, los partidos deben de estar de acuerdo. Si se han hecho fraudes en papelería, que no se puedan hacer fraudes de forma electrónica, seríamos muy ilusos en creer que es una forma ‘blindada’ de generar los votos.
La confianza en las elecciones es la parte más importante, es lo que le da legitimidad a quien toma el poder. Es algo que tenemos que ver con mucho cuidado e insisto, es una facultad legislativa, por eso la vamos a impugnar bajo el argumento de que el INE no tiene facultades y que la ley prevé una forma de votación la cual no es por urna electrónica”, detalla.
Posturas a favor del voto electrónico en las elecciones
El director de la Escuela de Derecho del Tecnológico de Monterrey y experto en derecho electoral, José Pablo Abreu ve con buenos ojos que el INE comience a implementar otras formas de votar, ya que estas facilitan a las personas poder ejercer su derecho y abaratan el costo de la jornada electoral.
“Debe de evolucionar la eficiencia de los procesos electorales y si el voto electrónico nos va a reducir procesos sin poner en riesgo la seguridad, eso implica que vayamos abaratando el costo de nuestra jornada electoral, esas son buenas noticias”, explica.
Además, el especialista señala que hay que estar prevenidos en caso de que otra pandemia vuelva a ocurrir.
Debido a esto, Abreu, dice que es importante ir “cambiando el switch” de la sociedad e ir generando confianza en las elecciones y las instituciones.
“Debemos de ir cambiando el switch de la sociedad de la desconfianza y generar un ambiente colectivo en el que confiemos en nuestras autoridades electorales, en la ciudadanía que sale a votar, en la que participa en la jornada electoral.
“Conforme vayamos cambiando este switch las cosas podrán ser más baratas porque habrá que asegurarlas menos y podremos ir eficientando nuestra democracia. La desconfianza nos tiene en un sistema electoral tan complejo en leyes, tan robusto en instituciones y tan costoso en presupuesto”, concluye.