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¿Usted tiene pensado viajar “a la aventura” por España o por un país de la Unión Europea adherido al Tratado Schengen?

¿Tiene usted algún pariente al otro lado del Atlántico al que le ha surgido algún imprevisto, necesita visitarlo de urgencia y tiene pensado alojarse en su casa?

¿Quiere pasar sus vacaciones con la familia residente en España o recorrer la eurozona de la mano de sus amigos extranjeros que conoció gracias a un programa de intercambio universitario?

128.655
personas es la cifra del aumento -entre el 1 de enero de 2010 y el 1 de enero de 2012- del número de españoles residentes en el extranjero, según el Padrón de Residentes en el Extranjero que publicó el Instituto Nacional de Estadística (INE).

¿Usted tiene pensado viajar “a la aventura” por España o por un país de la Unión Europea adherido al Tratado Schengen?

¿Tiene usted algún pariente al otro lado del Atlántico al que le ha surgido algún imprevisto, necesita visitarlo de urgencia y tiene pensado alojarse en su casa?

¿Quiere pasar sus vacaciones con la familia residente en España o recorrer la eurozona de la mano de sus amigos extranjeros que conoció gracias a un programa de intercambio universitario?

Si está en alguno de estos supuestos, prepárese. Ármese de paciencia, dinero, y, si era usted amante de los viajes espontáneos, váyalos olvidando.

Los requisitos exigidos para viajar a los países que forman parte del territorio de Schengen (la mayoría de los Estados de la Unión Europea excepto Bulgaria, Chipre y Rumanía) por un plazo de máximo 90 días, se han endurecido.

En 2007, cuando la normativa entró en vigor, saltaron las alarmas por algunos casos de deportaciones de personas a las que las nuevas condiciones les habían tomado por sorpresa.

Sin embargo, hace dos semanas, el tema volvió a salir a la palestra por casos de nuevas expulsiones de mexicanos que desconocían que tenían que llevar una “carta de invitación”, pues nadie les había informado.

La carta de invitación

Y es que para viajar como turista al territorio Schengen, además del boleto de ida y vuelta con fechas cerradas, hay que llevar consigo la cantidad de dinero en efectivo que la normativa estima suficiente para la estancia.

Esto es 577,26 euros como mínimo por los primeros 9 días más 64,14 euros por días subsiguientes, así como tarjetas de crédito y comprobantes bancarios de fondos, según informó la embajada de México en España. El último requisito es presentar documentos de las reservas de hoteles o, en su defecto, la ahora famosa “carta de invitación”.

En el caso de España, la carta debe ser expedida en las comisarías de la Policía Nacional o de

la Guardia Civil.

El trámite lo debe hacer un residente español y cuesta, en total, según datos del sitio de Internet del Ministerio de Interior, 70 euros por trámite y 6,12 euros por expedición.

Además, a los 30 días estimados que tarda en ser entregada al solicitante, hay que sumarle el tiempo que tarda en llegar al invitado, pues debe tener en mano el documento original en el momento de llegar a la aduana del aeropuerto español.

Pero no sólo es una cuestión de tiempo y de dinero. 

El que invita debe acreditar, además, la disponibilidad de la vivienda -mediante escritura pública o título de propiedad, contrato de arrendamiento o cualquier otro documento análogo-, según se indica también en el sitio de Internet del Ministerio del Interior español.

La medida parece tener como objetivo impedir que cualquier persona llegue a España a buscar trabajo.

La secretaría de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa, por su parte, aseguró en una rueda de prensa el 24 de mayo -después de las últimas deportaciones- junto con José Manuel García Margallo, su equivalente español, que habían acordado: “buscar esquemas de de mayor colaboración entre nuestras autoridades de la Policía y migratorias, para que podamos concentrarnos en identificar a quienes tienen un propósito delictivo y facilitar, en la mayor medida posible, el flujo de personas, la enorme mayoría que vienen con la voluntad de pasar algún tiempo con sus familiares o de vacacaciones”. Pero la exigencia de este trámite no facilita las cosas.

Brasil, como respuesta, decidió aplicar lo que denominó como “leyes de reciprocidad” a los españoles. Y es que aunque en teoría esos requisitos pueden pedírtelos en cualquier país adherido a Schengen, algunos afectados aseguran que en otros países no les había pasado algo similar.

También el caso de España puede haber sido más llamativo por el hecho de que recibe a más latinoamericanos.

Esas “leyes de reciprocidad” se traducen en que en Brasil ya se exige a los ciudadanos de nacionalidad española exactamente lo mismo que España pide a los brasileños.

El Gobierno mexicano no impondrá a los turistas españoles con destino México los mismos requisitos que se han impuesto para poder viajar a los turistas mexicanos que van a España ya que afectaría al turismo de México, según explicó también Espinosa.

Deportaciones recientes

El viernes 18 de mayo 6 ciudadanos mexicanos intentaron ser deportados a su país al llegar al aeropuerto de Madrid, Barajas.

El motivo es el mismo por el que las alarmas saltaron hace ya 5 años: no contar con una  “carta de invitación”.

En su defensa, los que padecieron las consecuencias de no contar con todos los trámites burocráticos requeridos alegaron que no se les había informado al efectuar la compra del billete de avión.

Adela Urban Flores, de paso por Madrid para llegar a Italia para estudiar, declaró a Televisa que “Todo lo abrieron, todo lo sacaron, me escogieron ciertas cosas, me quitaron la correa de las bolsas…”.

Adele pasó unas 20 horas en las instalaciones del aeropuerto destinadas a la retención de extranjeros durante el tiempo que transcurre hasta que estos son devueltos a su país de origen.

Pero más allá del enojo que puede provocar ser retenido y devuelto a tu país por lo que en un principio sería un fallo burocrático, a lo que muchas veces asisten estas personas es a una violación de los derechos humanos.

Adele vio como los policías propinaban una paliza a un ciudadano de nacionalidad rumana. Estas fueron sus declaraciones:

“Lo golpea y le dice este… ‘a mí me tratas con más respeto’ y lo empieza a golpear. Llegan en ese otros 8 policías (…) le quitan los zapatos y lo empiezan a golpear.(…) había un niño incluso presente, él estaba al lado, lo empiezan a golpear muy feo y se lo llevan a un cuarto que estaba junto a los baños. Ahí cierran, se meten todos los policías y unos gritos de desesperación de los golpes que le estaban dando…”

Con una rápida búsqueda en Internet se puede acceder a testimonios de personas que fueron deportadas y que denuncian malos tratos y abusos por parte de la policía española.

Por otra parte, la ONU ha censurado a España por el trato recibido de los migrantes en los Centros de Internamiento para Extranjeros y le ha pedido que detenga las redadas policiales contra inmigrantes. En total, 260 mexicanos fueron “retachados” el año pasado desde aeropuertos españoles según la embajada de México en España.

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