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Daño ‘colateral’

“Las únicas personas a las que les disparamos con drones son terroristas confirmados. No le disparamos simplemente a quien sea y pensamos que son terroristas”, afirmó el secretario de Estado John Kerry en 2013. 

Sin embargo, los números prueban lo contrario. 

Un nuevo análisis realizado por el grupo en defensa de los derechos humanos Reprieve, indica que aún cuando los operadores de drones ubican a individuos específicos, estos ataques matan a más gente que solo a sus objetivos.

“Las únicas personas a las que les disparamos con drones son terroristas confirmados. No le disparamos simplemente a quien sea y pensamos que son terroristas”, afirmó el secretario de Estado John Kerry en 2013. 

Sin embargo, los números prueban lo contrario. 

Un nuevo análisis realizado por el grupo en defensa de los derechos humanos Reprieve, indica que aún cuando los operadores de drones ubican a individuos específicos, estos ataques matan a más gente que solo a sus objetivos.

Intentos de eliminar a 41 hombres han resultado en la muerte de un estimado de mil 147 personas hasta el pasado 24 de noviembre; es decir, por cada “terrorista” muerto, 28 desconocidos también han perecido.

Los ataques con drones han sido vendidos al público estadounidense bajo la premisa de que son “precisos” y “quirúrgicos”, “pero solo son tan precisos como la inteligencia que los alimenta”, le dijo a The Guardian Jennifer Gibson, del grupo Reprieve.

La recopilación de información, señaló la ONG, es difícil dada la secrecía con la que el Gobierno de Estados Unidos maneja los datos, por lo que se estima que los números de muertes representen apenas una fracción de las muertes reales. 

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