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Se lavan las manos con ‘final feliz’

La Secretaría de Salud del Estado aventó la responsabilidad al Municipio por la falta de regulación en las salas de masajes disfrazadas para la prostitución en el centro de Monterrey.

Sergio Maltos Uro, titular de la Subsecretaría de Regulación y Fomento Sanitario estatal, reconoció no tener la manera para regular estos establecimientos.

"El término de la salas de masajes, el concepto original hace muchos años era terapéutico, pero este giro se fue transformando desde hace tiempo ligado al comercio sexual. En la actividad sexual en la vía pública no intervenimos nosotros y eso está en manos del reglamento de buen gobierno municipal"
Sergio Maltos UroRegulación Sanitaria
http://youtu.be/_pgSNXavPF4

La Secretaría de Salud del Estado aventó la responsabilidad al Municipio por la falta de regulación en las salas de masajes disfrazadas para la prostitución en el centro de Monterrey.

Sergio Maltos Uro, titular de la Subsecretaría de Regulación y Fomento Sanitario estatal, reconoció no tener la manera para regular estos establecimientos.

“Lo que hace una pareja en el interior de un área privada, donde están realizando una actividad de comercio sexual, no hay manera de regularla, no podemos estar en medio de esas personas poniendo algo. Lo que tenemos que hacer es educarlos”, dijo el funcionario.

Y argumentó que por más exámenes médicos que se le apliquen a las mujeres que se dedican al comercio sexual, hay una “ventana” -o periodo- en que no es posible detectar si están contagiadas de alguna enfermedad venérea. 

“Las personas que utilizan este tipo de servicios (sexuales) y el hecho que ésta persona cuente con una tarjeta y se haya realizado exámenes, ahorita no garantiza que hoy en la noche no te puedas contagiar.

“La única manera es la educación (sexual), tu puedes consultarlas todos los días… pues sí. Pero sí se contagia hoy,  hay un cierto tiempo que no podemos medir si está contagiada una persona, por lo que  el factor de riesgo está mientras no se use preservativo”, reveló Maltos Uro.

Admitió que las salas de masajes terapéuticos se han transformado en actividades sexuales. 

 “El término de las salas de masajes, el concepto original hace muchos años era terapéutico, pero este giro se fue transformando desde hace tiempo ligado el comercio sexual. En la actividad sexual en la vía pública no intervenimos nosotros y eso está en manos del Reglamento de Buen Gobierno Municipal”, abundó Maltos Uro.

Se solicitó a la Secretaría de Salud un censo de cuántas visitas sanitarias se realizan al mes en los establecimientos que de comercio sexual, pero no fue proporcionado. 

Reporte Indigo publicó que sin un certificado sanitario, decenas de negocios disfrazados como salas de masajes para la práctica de la prostitución, continúan operando en el centro de Monterrey.

Y es que los negocios deberían tener a la vista del cliente un documento de la Secretaría de Salud del Estado, que avala al comercio estar limpio de enfermedades de transmisión sexual. 

Pero se constató en un recorrido que muchos carecen de este permiso en el establecimiento  y no hay información a la mano que fomente el uso del condón.

Contar con asesoría adecuada en este tipo de giros, es fundamental para evitar epidemias por transmisión sexual. 

Corresponde a la Secretaría de Salud en el Estado la facultad para acudir a vigilar si los negocios cuentan con su aval vigente, así como supervisar si las trabajadoras sexuales cuentan con su tarjeta sanitaria.

Maltos Uro informó que los establecimientos sexuales sólo tienen que tramitar un permiso de operación.

“La ley se modificó y este tipo de establecimientos sólo requieren un aviso de funcionamiento, es un trámite muy sencillo y está fundamentado en la Ley de Salud, y nosotros no tenemos otro tipo de trámite”, indicó el funcionario de salud. 

Agregó que hace unos años había alrededor de 200 locales que tienen aviso de funcionamiento en el estado, pero 150 fueron dados de baja.

 “Las 50 que quedan, su personal acude al examen médico de manera periódica para detectar cualquier enfermedad como pacientes, y el examen de laboratorio de gabinete para detectar las enfermedades de transmisión sexual. 

“Además se les invita periódicamente a que acudan a su centro de salud correspondiente con su tarjeta de control de salud ”, dijo Maltos Uro.

Por otro lado, el Reglamento de Zonificación y Uso de Suelo, vigente en el Municipio de Monterrey, en su Artículo 18 prohíbe expresamente las salas de masajes no terapéuticas.

Entrevistada sobre el tema, la secretaria de Desarrollo Urbano y Ecología de Monterrey dijo el miércoles que pareciera que el Estado alienta la proliferación de la prostitución en las salas de masajes, porque no vigila ni regula esa actividad en los negocios.

Brenda Sánchez explicó que el Municipio de la capital regia busca regenerar el centro de la ciudad, pero solamente puede actuar en caso de violaciones al uso del suelo de estos giros.

Y que por ello clausuraron 20 salas de masajes en noviembre de 2013, cuando iniciaron procedimientos contra los locales, pero que estos negocios continúan apareciendo porque la administración estatal no supervisa su actividad.

“Está claro que ahí ejercen la prostitución y no los masajes con fines terapéuticos, de hecho el Artículo 18 establece que están prohibidos los masajes que no tengan fines terapéuticos.

“Pero es que una cosa es el uso del suelo y otra la actividad que realizan ahí, pero pareciera que el Estado en lugar de restringir estos negocios los alentara, porque no supervisa, no vigila la prostitución que ejercen ahí”, concluyó la funcionaria municipal.

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CENTROMTY Disfrazan prostitución con masajes

Negocios disfrazados como salas de masajes para la práctica de la prostitución se suman al deterioro y la decadencia en la que se encuentra el primer cuadro de Monterrey.

Estos negocios a plena luz del día son parte del “paisaje visual” del centro de la ciudad, además de propiedades en abandono que sirven de guaridas, calles con basura y escombro.

Sin un control sanitario, estas casas de masajes operan con toda impunidad ofreciendo un servicio “especial” para sus clientes, pues las mujeres prometen “un trato de novia con final feliz”.