Migrantes de ‘Quédate en México’ en la mira del crimen
Con el restablecimiento del programa ‘Quédate en México’ el pasado 6 de diciembre, la población migrante que solicita asilo en Estados Unidos está expuesta a condiciones inhumanas y a ser víctimas del crimen organizado, advierten organizaciones; la comunidad haitiana es una de la más afectadas debido al racismo que hay en el país
Laura IslasLa comunidad migrante que se encuentra en México en espera de recibir asilo en Estados Unidos está nuevamente en la mira del crimen organizado con el reinicio del programa “Quédate en México”.
Organizaciones a favor de los derechos humanos advierten que la primera vez que éste se implementó, la gran mayoría de las y los migrantes que participaron en él fueron víctimas de delitos como robo, secuestro y extorsión —tanto por grupo criminales, como por agentes de migración y policías— y no creen que la situación cambie.
El pasado 6 de diciembre se restableció el programa Quédate en México o “Migrant Protection Protocols (MPP)”, el cual obliga a los solicitantes de asilo a permanecer en territorio nacional mientras esperan sus audiencias en la corte de inmigración del país del norte.
El proyecto fue implementado por primera vez en la administración de Donald Trump y estuvo en vigor de enero de 2019 a enero de 2021; sin embargo, fue reiniciado por una orden judicial el pasado 6 de diciembre en el gobierno de Joe Biden.
Aunque las autoridades mexicanas han anunciado que la implementación viene con nuevas medidas con las que se buscan atender las condiciones de estancia y garantía a los derechos humanos de los migrantes, organizaciones señalan que no es así, sino que prácticamente los migrantes quedan abandonados a su suerte y expuestos al crimen organizado.
“Quédate en México”, Mensaje de disuasión
Gretchen Kuhner, directora del Instituto para las Mujeres en la Migración A.C. (IMUMI), señala que incluso la administración de Biden ha intentado cancelar el programa reconociendo las violaciones a los derechos humanos.
Además, la activista señala que de los más de 70 mil migrantes que fueron devueltos a México como parte del MPP, solo el 1 por ciento ganó los casos de asilo.
En Estados Unidos, las personas migrantes tienen más probabilidad de ganar un caso de asilo que en México, ya que en ese país son acompañadas por organizaciones que al menos les dan asesoría legal, o tienen redes familiares o de amigos, explica Kuhner.
Mientras que en México están más vulnerables y solas. Además, tienen que esperar en ciudades fronterizas peligrosas como en Ciudad Juárez, Chihuahua donde no tienen trabajo, vivienda, ni redes de apoyo y los grupos criminales conocen sus movimientos.
La situación es aún más complicada para las mujeres centroamericanas con niños pequeños, quienes muchas veces huyen de sus países por la violencia doméstica, familiar o de pandilla en un contexto comunitario.
“Vienes con esa violencia, cruzas México y normalmente vuelves a ser agredida de alguna forma, puede ser detención, puede ser extorsión o robo, hasta abuso físico, sexual o secuestro.
“Y llegas a sus fronteras (de Estados Unidos) ya por fin para contar tu historia y pedir protección y te mandan a la frontera norte, a ciudades fronterizas muy peligrosas, sobre todo para personas en situaciones muy vulnerables”, explica.
Debido a que el programa fue ampliado y ahora también será incluido Haití, cuya población está vulnerable, ya que a diferencia de otros países centroamericanos, muchos de ellos no habían español y son discriminados por su color de piel.
Además, los albergues están saturados, ya que aunque hay más personas en esa situación, no se construyen nuevos lugares, sino se anuncia su fortalecimiento con insumos, pero no en capacidad.
“Entonces las personas, como pasó en el programa anterior, van buscando el cuartito, pero todo muy precario, y en esta precariedad, la organización Human Rights First documentó más de mil 500 secuestros de personas del programa anterior, pero siempre va a haber un subregistro”, señala.
Debido a la precariedad y a que el Gobierno mexicano no está dando los recursos y las facilidades para que las personas migrantes puedan sobrevivir en condiciones dignas, muchas han tenido que recurrir a vivir en la calle o en parques.
En la mira
Gretchen Kuhner explica que entre el 80 y el 85 por ciento de quienes piden asilo en Estados Unidos tienen redes de apoyo en el país norteamericano, entonces se quedan en las ciudades fronterizas en espera de terminar los trámites.
Sin embargo, esto los pone en la mira del crimen organizado, quienes los llegan a secuestrar para extorsionar a sus familiares en Estados Unidos con remesas.
“El esquema es que los secuestran, los llevan a una casa de seguridad, sacan los teléfonos de familiares en Estados Unidos, les hablan y les dicen: ‘tengo a tu familiar aquí secuestrado y tú vas a ir a realizar una transferencia electrónica a tal cuenta y nosotros dejamos ir a tu familiar’.
“Entonces es como servirles en una charola de plata un dinero fácil”, acusa Kuhner.
El problema ha sido denunciado formalmente a las autoridades por el Instituto para las Mujeres en la Migración A.C. (IMUMI), por lo que el Gobierno mexicano está al tanto de esta situación.
Por ejemplo, el pasado 15 de diciembre de 2020, IMUMI interpuso una denuncia penal a la Fiscalía General de la República con la documentación de la organización Human Rights First, pero a punto de cumplirse un año, aún están en espera de una respuesta.