Nada para nadie

Ningún partido logró nada. 

En tan sólo dos días se termina el período ordinario y las famosas y muy necesarias reformas no se lograron. Los discursos de los tres partidos sobre la urgencia de estas leyes secundarias, se fueron por tierra.

Se fue por tierra también la reglamentación interna que obliga a tener leyes secundarias de reformas constitucionales en 120 días. De los cuatro temas pendientes: competencia económica, político-electoral, telecomunicaciones y energética es probable que no salga ninguna.

Ningún partido logró nada. 

En tan sólo dos días se termina el período ordinario y las famosas y muy necesarias reformas no se lograron. Los discursos de los tres partidos sobre la urgencia de estas leyes secundarias, se fueron por tierra.

Se fue por tierra también la reglamentación interna que obliga a tener leyes secundarias de reformas constitucionales en 120 días. De los cuatro temas pendientes: competencia económica, político-electoral, telecomunicaciones y energética es probable que no salga ninguna.

Telecomunicaciones quedó muerta luego de la intentona del panista Javier Lozano de imponer un dictamen que era prácticamente el proyecto del presidente Enrique Peña Nieto, con algunos matices. 

La campaña en redes sociales contra el intento de censura en Internet que llevaba la iniciativa original,  ocasionó una movilización el sábado. Se realizó una cadena humana que reunió a artistas, analistas, activistas y ciudadanos. 

Minutos antes de que se consolidara este acto de protesta Lozano anunció que no había condiciones para poder aprobar un proyecto de ese tipo y en consecuencia se vería en un período extraordinario, en el mes de junio.

El proyecto de telecomunicaciones era el principal interés del PRI y del Presidente de la República,  pues era en sí, una de las legislaciones más esperadas. 

El Partido Acción Nacional había puesto como condición para negociar las reformas que se le diera prioridad al proyecto político-electoral. 

Eso se tenía que cumplir si deseaban tener al PAN en la negociación. Sin embargo, el propio partido desconoció el documento de Javier Lozano. 

Lo que en realidad está sucediendo es que la división que existe de cara a la renovación de la dirigencia nacional del partido, se está haciendo cada vez más fuerte y el costo para los dos bandos sería muy alto.

Telecom y política, paradas  

Un par de horas después de que Lozano anunciara que no habría reforma en telecomunicaciones, el PRI se paró de la mesa de negociación de la reforma política electoral. 

Dos proyectos –que los mismos legisladores alardearon eran importantes– se descarrilaron por la falta de acuerdos. 

El PRD tenía un especial interés en que telecomunicaciones no fuera aprobada y lo logró. Fuentes del PRI confirmaron que esto ahora le saldrá caro políticamente. 

Los perredistas operaron a favor de Carlos Slim, y aunque esto podrían verlo como un triunfo, en realidad sólo endurecerá a la bancada priista que tiene entre sus planes no ceder en las otras reformas, principalmente en las leyes secundarias en materia energética, que aunque no ha sido enviada al Congreso, es a la que más se opone el PRD.

Por eso fue nada para nadie de los partidos.

Los ciudadanos lograron organizarse y oponerse. 

No se puede atribuir totalmente a ese rechazo el desorden que resultó por la falta de acuerdos internos y externos de los partidos. 

Mientras los ciudadanos no tienen las leyes secundarias, los diputados y senadores siguen a la pirinola política, pero cuando cae en “Todos ponen” se retiran de la mesa.

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