Mr. Mex-Mex: De Telmex a Pemex
Carlos Slim va por otra joya para su corona: el sector petrolero.
Parecería que el Rey Midas mexicano tiene debilidad por los monopolios “Mex”: Telmex y Pemex.
El esquema de negocios de quien disputa el título del hombre más rico del mundo parece que ya no funciona igual. O no con las exorbitantes ganancias a las que está acostumbrado.
Por eso se prepara para tomar por asalto el sector energético, apoyado por el poderío que ya tiene con Carso Infraestructura.
Georgina Howardhttps://www.youtube.com/watch?v=VwciuOZgLrc https://www.youtube.com/watch?v=_zAha62E7as https://www.youtube.com/watch?v=7MGuFiOyybo
Carlos Slim va por otra joya para su corona: el sector petrolero.
Parecería que el Rey Midas mexicano tiene debilidad por los monopolios “Mex”: Telmex y Pemex.
El esquema de negocios de quien disputa el título del hombre más rico del mundo parece que ya no funciona igual. O no con las exorbitantes ganancias a las que está acostumbrado.
Por eso se prepara para tomar por asalto el sector energético, apoyado por el poderío que ya tiene con Carso Infraestructura.
Y es que los analistas estiman que con la reforma de telecom podría perder hasta 10 por ciento de participación.
Por esa razón viene invirtiendo desde hace algunos años en el sector energético. Y en especial en petróleo. Para ser el gran ganador mexicano de la apertura que se avecina.
Y a través de ocho empresas ya consumó alianzas con compañías petroleras que van desde México, pasando por El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Honduras y Argentina.
En diciembre del 2006, Swecomex, subsidiaria de Carso Infraestructura y Construcción (CICSA), una de las compañías del empresario mexicano Carlos Slim, obtuvo un contrato de Petróleos Mexicanos (Pemex) para la perforación y terminación de pozos petroleros en el sur del país, proyecto que tuvo un valor superior a 400 millones de dólares.
En alianza con la empresa mexicana BJ Services Company, CICSA ganó una licitación lanzada por Pemex Exploración y Producción que incluyó los trabajos de perforación y terminación de alrededor de 60 pozos.
En esta licitación, Swecomex obtuvo ocho contratos por un valor de 6 mil 455 millones de pesos. Ahí, Slim comenzó a abarcar la construcción de plataformas marinas y la perforación de pozos exploratorios de la paraestatal.
A la fecha, Swecomex es un proveedor importante de Pemex.
En el 2008, el magnate mexicano invirtió en la empresa estadounidense de servicios petroleros Allis-Chalmers Energy, de la que adquirió 5.99 por ciento de las acciones.
Esta empresa, que se especializa en la extracción de petróleo y gas natural, y en la perforación de pozos, tiene contratos en varios países de América Latina, entre ellos México y Argentina. También en el 2008, Slim adquirió 15.4 por ciento de Bronco Drilling, una contratista de Oklahoma que ganó dos contratos para perforar pozos terrestres en la cuenca de Chicontepec, en el oriente de México.
En febrero del 2009, aumentó a 9.2 por ciento su participación en Allis-Chalmers Energy al adquirir una perforadora de pozos con sede en Houston. Y en septiembre, Carso Infraestructura y Construcción (CICSA) informó que logró un acuerdo para comprar el 60 por ciento de Bronco Drilling MX por un monto de 30 millones de dólares.
George Baker, director de la consultora Energy.com, aseguró en ese entonces a CNN Expansión que el objetivo de Slim era construir un consorcio al estilo de Halliburton o Schlumberger.
“Su estrategia es progresivamente convertirse en una empresa petrolera”, señaló el consultor en esa entrevista.
En el 2011, el magnate mexicano decidió vender su participación en Bronco Drilling MX. De acuerdo con información de El Universal, la inmobiliaria Carso vendió cerca de 4.2 millones de acciones a un precio de 11 dólares por acción, costo superior a lo que invirtió Slim en 2008, cuando pagó 6 dólares por acción.
En febrero de 2011, Slim adquirió el 70 por ciento de la petrolera colombiana Tabasco Oil Company por un monto de 23.3 millones de dólares.
Esta empresa tiene una concesión para explotar un yacimiento en la Cuenca de los Llanos Orientales, ubicada al noreste de Colombia, y en la actualidad se dedica a la explotación y comercialización de hidrocarburos en varios países latinoamericanos.
En junio del año pasado, tras la expropiación de YPF a Repsol por parte del gobierno argentino, la familia Slim, a través de Inbursa, pasó a ser uno de los accionistas privados destacados de la petrolera argentina, con más del 8 por ciento.
El magnate mexicano compró el 8.4 por ciento de las acciones de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), dedicada a la exploración, explotación, destilación, distribución y venta de petróleo y sus productos derivados.
Del paquete accionario de la petrolera argentina, Slim detenta el 8.4 por ciento; Repsol el 12 por ciento y los bancos Credit Suisse, Goldman Sachs, BNP Paribas y Banco Itaú el 10.6 por ciento.
A través de su filial IDEAL, YPF diseña las plataformas marinas para Petróleos Mexicanos.
Con Logtec, parte del Grupo Condumex, Slim también participa en el almacenamiento, transportación y distribución de productos para el sector petrolero.
En el rubro del transporte opera Cicsa Ductos, que se especializa en oleoductos.
Operadora CICSA, que también forma parte de la holding del magnate mexicano, es proveedora de tuberías para las plataformas petroleras.
Recientemente, Operadora CICSA firmó un contrato de arrendamiento con Pemex Exploración y Producción para que esta filial de la paraestatal utilizara la plataforma Independencia 1 en la perforación de pozos petroleros en el Golfo de México. Esta transacción tuvo un valor de 415 millones de dólares.
Con este contrato amplía su participación en la industria petrolera, donde ya interviene en perforación de pozos, diseño y fabricación de plataformas y equipos especializados, ingeniería y construcción de ductos.
El inicio del monopolio
En 1990, el entonces presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, puso en venta la compañía estatal Teléfonos de México.
Carlos Slim pagó mil 760 millones de dólares por el monopolio. Así comenzó su emporio de comunicaciones.
Tiene 23 años de explotar ese título, y aún le faltan 27 más.
Las empresas del magnate de origen libanés representan la tercera parte del mercado accionario mexicano. Telmex, al día de hoy, vale 10 veces más de lo que Slim pagó por ella.
Slim tiene concentrado el mercado de las telecomunicaciones, ya que Telmex posee el 80 por ciento de las líneas fijas en el país y Telcel el 70 por ciento del mercado de móviles.
Su fortuna –estimada en 79.1 mil millones de dólares– se fincó en el sector de telecomunicaciones. Un ramo que logró expandir hacia otros horizontes.
Su empresa América Móvil, que tiene presencia en 18 países latinoamericanos, es el cuarto operador mundial de redes móviles.
En un comunicado de junio pasado, esta compañía informó que cuenta con 262 millones de suscriptores móviles, 30.7 millones de líneas fijas, 18.2 millones de accesos de banda ancha y 17.8 millones de unidades de televisión de paga.
Claro (móvil), Embratel (línea fija y satélites) y NET (banda ancha) en Brasil; TracFone (móvil) en Estados Unidos, así como parte del operador holandés KPN y de Telekom Austria, son parte de esta compañía.
Un negocio que dejó de serlo
Telmex tiene una carga concesionaria muy importante en todo el tema de telefonía rural y zonas no redituables
Carlos Slim sigue luchando para lograr que Telmex incursione en la televisión restringida.
Y puede hacerlo, opina Irene Levy, pero con reglas.
La presidenta de Observatel asegura que para autorizar los servicios de televisión a Telmex, las empresas deben cumplir con todas sus obligaciones del título de concesión.
¿Qué está pasando con Telmex? Esa es la pregunta.
“Tiene una carga concesionaria muy importante en todo el tema de telefonía rural y atención a zonas que no son redituables para ninguna empresa”, dice Levy.
Pero esa fue la carga concesionaria que aceptó, recalca. Y sí, es costosa.
Más allá de eso, agrega, el negocio de la reventa se cayó con la reducción de las áreas de servicio local.
Gracias a los avances tecnológicos, la telefonía fija local va de salida, explica. Cada vez hay menos teléfonos fijos, y la gente empieza a tener cada vez más telefonía móvil.
Lo que está viendo Carlos Slim es que la telefonía fija ya no es negocio, advierte Irene Levy.
A ello se suma el tema de la desagregación. Esto quiere decir que lo van a obligar a que permita que su red de acceso pueda ser utilizada por cualquier empresa en competencia, expone.
Slim está viendo que su esquema de negocio tradicional “ya no funciona” y está pensando en modificarlo, estima Levy.
“Por eso lo vemos ahora invirtiendo en futbol y contenidos”, añade. “Está cambiando su esquema de negocios, y eso no nos debe espantar”.
Sector rural, la prioridad
Irene Levy, presidenta de Observatel, advierte que el Estado debe asegurarse de que el área rural no quede desatendida.
“Y si con ello tiene que obligar a Telmex a seguir cumpliendo su título de concesión (…), tendrá que hacerlo, porque nada es gratis en este mundo”, dice.
Si Slim quiere negociar una modificación a su concesión, podrá hacerlo, siempre y cuando no le resulte más gravoso al Estado atender las zonas rurales, explica.
Telmex Social, creada en marzo del 2011, es una reestructura corporativa que se creó para ofrecer telecomunicaciones e interconexión en zonas rurales y marginales, tal como lo señalan las obligaciones marcadas en el título de concesión de Telmex.
Los analistas piensan que esta iniciativa busca dejar en claro el costo que tiene para Telmex operar la red en esas áreas.
De paso, la compañía de Slim daría cuenta de que varios de sus rivales incumplen con sus obligaciones de dar este servicio en las zonas que les fueron concesionadas por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
En una entrevista publicada por CNN, Manuel Jiménez, analista de Ixe Casa de Bolsa, explicó que con Telmex Social se pretende diferenciar las operaciones poco rentables.
“A mí me parece muy perverso que las empresas amenacen con que dejarán de invertir, pues si no les gusta las condiciones, que se vayan y dejen su título. Ya sabrá qué hacer el Estado”, expresa Levy.
Sobre todo, agrega, porque esas amenazas no son buenas para nadie, aunque los monopolios y duopolios de todo el mundo siempre dicen que “son los únicos que invierten”.
Levy destaca que ese título de concesión ya es obsoleto, por lo que debe modificarse y establecerse una tarifa para el uso de la red de Telmex.
Incluso, dice, autorizar que la empresa de Slim preste servicios de televisión, pero con obligaciones.
Aclara que si Telmex quisiera vender telefonía fija a una empresa extranjera como AT&T, primero tendría que aprobarlo la autoridad, porque cualquier cesión del título de concesión es autorizada por el Estado.
Calentando para TV
Carlos Slim está tomando otra ruta hacia la televisión.
En septiembre del 2012, luego de adquirir acciones de dos equipos de futbol, se alió a las cadena de televisión norteamericanas Fox Sports y Telemundo para transmitir partidos en México y Estados Unidos.
Y en marzo de este año, anunció que América Móvil había ganado los derechos exclusivos para transmitir en todas las plataformas de medios de Latinoamérica, menos en Brasil, los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014 en Rusia y los Olímpicos de Verano de 2016 en Brasil.
A esto se suma que, a través de América Móvil, adquirió el 28 por ciento de la empresa de telecomunicaciones holandesa Royal KPN.
Pero la empresa de Slim podría aumentar su participación en la firma europea luego de que a finales de julio se dio por terminado el convenio que limitaba a 30 por ciento su tenencia accionaria.
“El día de hoy dio por terminado el convenio (Relationship Agreement) de fecha 20 de febrero de 2013, celebrado con Koninklijke KPN N.V”, indicó la empresa a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) en un comunicado.
Así, tras el vencimiento del acuerdo, América Móvil tiene la posibilidad de adquirir la totalidad de la empresa holandesa de telefonía.
“Ahora, América Móvil podrá incrementar su participación hasta 30 por ciento o más de los derechos de voto correspondientes a las acciones de KPN, a reserva de realizar una oferta obligatoria y cumplir con otros requisitos legales”, detalló KPN.
La gran barata
En 1990 Carlos Salinas de Gortari vendió Teléfonos de México bajo el argumento de que no había recursos
La desincorporación de Teléfonos de México fue anunciada por el presidente Carlos Salinas el 18 de septiembre de 1989 en la XIV Convención Nacional Ordinaria del Sindicato de Telefonistas.
El argumento fue que, durante los 16 años en que la administró, el Estado no contó con recursos suficientes para la expansión del sistema telefónico nacional.
Por la venta, que se hizo realidad el 10 de diciembre del año siguiente, el Gobierno Federal recibió 5 mil 500 millones de dólares, equivalentes al 25 por ciento del total recibido por concepto de enajenación de más de 250 empresas públicas entre 1988 y 1994.
Teléfonos de México fue adjudicada a un grupo de empresarios mexicanos asociados con dos compañías extranjeras.
Grupo Carso pagó mil 757 millones de dólares por las series controladoras “A”, que representaban el 20.4 por ciento del capital, equivalente al 51 por ciento de los votos de la empresa.
Dadas las restricciones legales vigentes para las empresas extranjeras, Grupo Carso se quedó con la mayoría del control de la compañía –10.4 por ciento del capital–, mientras que Southwestern Bell y France Cable et Radio adquirieron 5 por ciento cada una.
El Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM) adquirió 4.4 por ciento de las acciones “A” mediante un fideicomiso de 325 millones de dólares con Nacional Financiera.
El 15.2 por ciento de las acciones “A” serían de suscripción libre y el 60 por ciento restante serían acciones “L”, también de suscripción libre, y se pondrían a la venta en los mercados financieros internacionales.
A mediados de junio de 1991, el Gobierno vendió en varios mercados internacionales un primer paquete de acciones serie “L” (mil 500 millones de títulos) que representaban 15.7 por ciento del capital social. Obtuvo 2 mil 166 millones de dólares.
Grupo Carso adquirió 5.1 por ciento de esas acciones.
En mayo de 1992, el Gobierno percibió mil 240 millones de dólares por otra colocación en los mercados financieros, con lo que todavía poseía cerca de cuatro por ciento del capital social de Telmex.
En marzo de 1994 se llevaría a cabo la desincorporación del último paquete accionario de Telmex en poder del Gobierno.
La venta de Telmex otorgó casi todo el sector de telecomunicaciones a un grupo privado.
Incluyó no solo la concesión de los servicios básicos de telefonía local, nacional e internacional, sino una serie de servicios anexos y otras actividades del sector.
En principio, Grupo Carso adquirió el derecho de construir, instalar, mantener, operar y explotar una red pública telefónica con cobertura nacional durante un periodo de 50 años a partir de 1976.
Obtuvo también el derecho de prestar los servicios públicos de conducción de señales de voz, sonidos, datos, textos e imágenes a nivel local y de larga distancia nacional e internacional.
La otra jugada de Slim
El magnate mexicano Carlos Slim y el empresario de la comunicación Olegario Vázquez Raña estuvieron juntos el pasado fin de semana en Galicia, España.
Slim llegó al aeropuerto de Vigo desde el jueves 1 de agosto, y desde allí –según reportes de la prensa española– se dirigió en su Rolls-Royce a la mansión de Vázquez Raña.
Frente a 28 fichas rectangulares, las del dominó, el hombre más rico del mundo y el presidente del Consejo de Administración del Grupo Empresarial Ángeles, al que pertenecen la empresa de medios Grupo Imagen y el Grupo Financiero Multiva, midieron fuerzas.
Medios españoles pudieron presenciar el peculiar encuentro entre Slim –quien ha enfrentado la negativa del gobierno mexicano para obtener una concesión de televisión– y Vázquez Raña, quien se ha ido haciendo de todo tipo de medios de comunicación.
A mediados de julio de este año, Vázquez Raña dio la anuencia para abrir Excélsior Televisión, un canal de noticias 24 horas. La apuesta, aseguran expertos, va dirigida a la televisión de paga.
¿Slim podría entrar a cuadro?