La ciudad de las protestas

Las calles de la Ciudad de México ya no son propiedad ni del automovilista ni del peatón. 

Las calles son para protestar.

Miles de inconformes en el País se han apoderado de las arterias de la capital del país y las autoridades del Gobierno del Distrito Federal han permitido el incremento en el número de movilizaciones.

Las autoridades y los capitalinos se debaten entre dos derechos: el derecho a la protesta y el del libre tránsito de los ciudadanos.

Pese a los problemas que esto cause a terceros, la capital del país se ha convertido en la Ciudad de las Protestas.

Del primero de septiembre del 2014 al 29 de agosto del 2015, se registraron en el Distrito Federal 7 mil 696 movilizaciones , entre marchas y bloqueos y protestas. 

No importa si el motivo de la protesta es por un tema local de un estado o un asunto federal.

Todo se resuelve en la Ciudad de México.

Los cálculos oficiales estiman que en estas acciones participaron al menos 4 millones 155 mil manifestantes.

Este número de inconformes equivale a los habitantes del área metropolitana de Monterrey.

En un informe de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal se establece que hubo un incremento con respecto al mismo período en movilizaciones.

Eso sí: las autoridades presumen que en este periodo hubo 318 mil manifestantes menos que el año pasado.

Para todos los capitalinos no son una novedad los estragos de estas marchas. 

Para muchos son una molestia. Pagar por la libertad de protestar de los demás no se podrá hacer una costumbre.

Esperar horas en el tráfico, llegar tarde a citas o a salidas del aeropuerto son tan sólo los primeros daños colaterales de las marchas.

Desde el apoyo a los familiares de los 43 estudiantes de Ayotzinapa hasta las ya tradicionales marchas del movimiento Antorcha Campesina es evidente que todos pueden protestar. Y los ciudadanos ajenos a las protestas se tienen que aguantar.

Los datos de la SSPDF son parte también de lo que el Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera dio a conocer en su Tercer Informe de Gobierno.

“En el rubro de movilizaciones sociales y con la finalidad de respetar el libre derecho de expresión de los manifestantes, así como el libre tránsito de la ciudadanía; se protegió la integridad física y patrimonial de las y los participantes y de la población para asegurar el orden público y evitar faltas a los ordenamientos legales vigentes y la comisión de hechos delictivos. 

“Se cubrió un total de 7 mil 983 movilizaciones, tanto de injerencia local como federal, con 4 millones 214 mil 781 manifestantes (318 mil 974 participantes menos que el período inmediato anterior). De estas movilizaciones, en 7 mil 86 se privilegió el diálogo sin presencia de agrupamientos, en 601 se medió con presencia de agrupamientos, en 267 se realizó línea de acompañamiento, en ocho se produjeron enfrentamientos y en 21 se recuperaron vialidades”, establece el documento.

Hiram Almeyda, secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, reveló estas cifras en la comparencia que tuvo el miércoles en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal como parte de la glosa de gobierno del Jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera.

“Otras de las acciones que son competencia de esta Secretaría es el diseño de estrategias y operativos para la atención de eventos socio organizativos con asistencia masiva de personas en espacios abiertos o cerrados, de naturaleza pública o privada, así como manifestaciones sociales.

“Por ejemplo, en el tema de las movilizaciones, en el periodo que se informa se registraron 7,696, asistiendo a ellas más de 4,155,167 personas”.

Los ciudadanos de pie y los automovilistas no son los únicos afectados por las manifestaciones.

Las pérdidas económicas que dejan las protestas en la capital del país son millonarias.

Por ejemplo: la marcha que se realizó el pasado 2 de octubre por la matanza de estudiantes en Tlatelolco dejó afectaciones en los comercios que tuvieron que cerrar de la avenida Reforma entre 70 y 80 millones de pesos, según calculó Humberto Lozano, presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México.

El líder de los comerciantes ha realizado un llamado a los legisladores de la Asamblea Legislativa para regular las manifestaciones que se llevan en la Ciudad de México.

En febrero de este año maestros integrantes del CNTE que protestas en contra de la reforma educativa realizaron un plantón de tres días en plena avenida Reforma, de Bucareli hasta Insurgentes.

En un tramo de un kilómetro se instalaron cerca de 2 mil tiendas de campaña por parte del CNTE.

La Canaco estimó en 3 millones de pesos las pérdidas por no ventas durante el plantón de casi mil negocios ubicados en la zona de la manifestación.

El dirigente del organismo, Gerardo López Becerra, calculó que ese plantón del CNTE afectó a 100 mil personas, entre trabajadores, empleados y comerciantes.

Tan sólo el martes una sola marcha del colectivo Antorcha Campesina desquició un sector de la Ciudad de México por un lapso de aproximadamente 12 horas. 

El grupo de manifestantes bloqueó Paseo de la Reforma con la intención de llegar al Zócalo de Ciudad de México. 

¿El motivo? Que se esclarezca el asesinato del líder Manuel Serrano, padre de la polémica exalcaldesa de Ixtapaluca, Maricela Serrano. 

Con esta muestra de fuerza por parte de este grupo, miles de automovilistas se quedaron atorados en el tráfico. Su molestia se hizo evidente con claxons, mentadas de madre y el argumento que pocas veces escuchan las autoridades. 

También se afectaron las líneas del Metrobús. Se habla de que fueron más de 50 mil los usuarios afectados. 

Como pocas veces lo hacen las autoridades del Gobierno del Distrito Federal les puso un alto a los manifestantes. 

Paró la marcha. Impidió su llegada al Zócalo capitalino. Con equipos antimotines les detuvieron el paso.

La paradoja de la protesta

La Ciudad de México logró institucionalizar la protesta. Desde hace un par de años existe una Ley de marchas en el Distrito Federal. 

Un pequeño documento que consta de casi una veintena de artículos que buscan que las protestas se realicen apegadas a derechos.

“El objetivo de la presente iniciativa es, precisamente, establecer las restricciones a las que estarán sujetas las manifestaciones en el Distrito Federal en consonancia con las limitaciones que nuestra propia Constitución y las normas internacionales de derechos humanos imponen al ejercicio de las libertades de expresión y asociación. 

“En otras palabras, esta iniciativa pretende lograr un balance de dichas garantías, pues no sanciona o impide la libertad de asociación o manifestación, sino el perjuicio causado a los ciudadanos cautivos que ven dañados sus derechos y libertades”, dice la exposición de motivos de esa Ley.

Para este proyecto legal se hizo un trabajo de derecho comparado con casos como el de Argentina, España y Estados Unidos. El resultado fue una ley de 28 artículos que pretende controlar este tipo de acciones colectivas. La realidad ha superado la intención de los legisladores.

Llama la atención que sea en el penúltimo artículo de esta Ley en donde se da la oportunidad de inconformarse a quienes se vean afectados por las marchas o bloqueos.

El citado fragmento de la Ley se reduce a un párrafo: 

“Los afectados por actos, omisiones o resoluciones de la autoridad, podrán optar entre interponer el recurso de inconformidad o el juicio de nulidad ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Distrito Federal, de conformidad con lo dispuesto en la Ley de Procedimiento Administrativo del Distrito Federal y la Ley del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Distrito Federal”.

El problema de esta Ley, de la Ciudad y de las autoridades de la Ciudad es que cada vez son más los ciudadanos afectados y molestos por todo lo que provocan estas multitudiniarias marchas. Pocos son los que deben de recurrir a la queja ante las autoridades.

Si bien se reconoce el respeto del Gobierno de la Ciudad de México en respetar la libre expresión y el derecho a manifestarse de todos los que con marchas buscan mostrar su inconformidad, lo que no ha podido es generar el equilibrio con el otro interés de las personas que son las que se ven afectadas.

La molestia crece. Aquellos que no han participado en una marcha pronto estarán tan molestos como los que lo han hecho. 

El Gobierno del Distrito Federal se encuentra en una encrucijada.

Botón de muestra

Sin importar si es un conflicto de cualquier estado de la República o de índole federal todos los  días de todos los años hay marchas que se realizan en las calles de la capital mexicana.

> Reforma educativa
Durante meses, los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se opusieron en el 2013 a la Reforma Educativa. Los docentes se inconformaron principalmente a la evaluación educativa y para eso tomaron vialidades de la Ciudad y se apoderaron del Zócalo Capitalino.

> Elección 2006
El conflicto postelectoral del 2006 se caracterizó por la toma de Avenida Reforma por miles de simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador. El plantón en el que participaron cientos de simpatizantes del ex candidato presidencial duró siete semanas.

> Ayotzinapa
La desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, ocurrida en el estado de Guerrero el año pasado, ha provocado múltiples marchas y manifestaciones en la Ciudad de México.

> Tlatelolco
Cada año en las calles del Distrito Federal se conmemora a los estudiantes fallecidos el 2 de octubre de 1968, durante la administración del expresidente Gustavo Díaz Ordaz. En estas marchas es común ver a manifestantes encapuchados que realizan pintas y actos de vandalismo.

> Orgullo gay
En las principales calles y avenidas de la capital del país, la comunidad LGTB realiza año con año su marcha del Orgullo Gay, que convoca a miles de personas y que termina en el Ángel de la Independencia.

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