La incontenible justicia por propia mano

La inseguridad que no amaina y la percepción de la inacción por parte de las autoridades han llevado a que en Jalisco y más particularmente en la ciudad de Guadalajara, se multipliquen a últimas fechas los casos de justicia por propia mano, e incluso algunos con sospecha ya de linchamiento con consecuencias fatales.

“En esta ciudad no se va a tolerar bajo ninguna circunstancia que haya actos de ajuste de cuentas por decisión de nadie, para eso hay una corporación de la Policía, para eso hay un Estado de Derecho”
Enrique Alfaro RamírezAlcalde de Guadalajara
“Estoy consciente del hartazgo que vive la gente. Sin embargo, lo que quiero decirles es que no debemos de reproducir la barbarie. México no necesita más violencia”
Aristóteles Sandoval DíazGobernador de Jalisco

La inseguridad que no amaina y la percepción de la inacción por parte de las autoridades han llevado a que en Jalisco y más particularmente en la ciudad de Guadalajara, se multipliquen a últimas fechas los casos de justicia por propia mano, e incluso algunos con sospecha ya de linchamiento con consecuencias fatales.

Esta problemática cobró fuerza mediática en la ciudad luego de que el 25 de abril pasado comenzó a circular en las redes sociales un video que muestra a un par de mujeres en uno de los patios del Mercado San Juan de Dios, mientras son agredidas por un gran contingente de locatarios a su alrededor.

Gradualmente se fue conociendo que esas mujeres habían sido sorprendidas sustrayendo artículos de los locales de ese mercado del Centro de la ciudad, por lo que fueron retenidas por los propios comerciantes, sin que la Policía de Guadalajara se hiciera presente. A las supuestas ladronas se les ve siendo golpeadas por mujeres locatarias y, entre burlas, se les humilla cortándoles el pelo, sin que nadie intervenga para ayudarlas.

Otro caso muy polémico fue el de un hombre que fue hallado sin vida en el Centro de Guadalajara, el 21 de mayo pasado, en el cruce de las calles Rayón y López Cotilla, y quien tenía las manos atadas y signos de haber sido agredido físicamente.

Aunque hasta el momento ni la Fiscalía General de Jalisco ni la Policía de Guadalajara han confirmado la muerte por linchamiento, siguen trascendiendo reportes vecinales que aseguran que se trataba de un ladrón de la zona, y que fue sometido a golpes por habitantes tras uno de sus hurtos.

Por este último caso el gobernador del Estado, Aristóteles Sandoval Díaz, tuvo que fijar una postura el 24 de mayo.

“Estoy consciente del hartazgo que vive la gente. Por supuesto que la gente ya no soporta, sobre todo ver cuando se afecta su patrimonio; ver que algo sucede en la calle. Sin embargo, lo que quiero decirles es que no debemos de reproducir la barbarie. México no necesita más violencia”, señaló públicamente.

La fuerza que está tomando la difusión de este tipo de acontecimientos en la ciudad de Guadalajara, también han llevado al alcalde, Enrique Alfaro Ramírez, a manifestarse al respecto.

“En esta ciudad no se va a tolerar bajo ninguna circunstancia que haya actos de ajuste de cuentas por decisión de nadie, para eso hay una corporación de la Policía, para eso hay un Estado de Derecho. Lamento mucho estos hechos. Vamos a reforzar nuestra vigilancia y nuestra presencia en esta zona, pero pues el mensaje es muy claro, nadie tiene que hacerse justicia por su propia mano”, declaró el 27 de abril de 2017.

Pero la sospecha de nuevos casos de justicia por propia mano o linchamiento se sigue reproduciendo tanto en las redes sociales como en los medios de comunicación formales. Apenas el 26 de mayo pasado, la Policía de Guadalajara tuvo que salir a desmentir la versión de que uno más de estos eventos había acontecido ahora en la colonia Mezquitán, de esa ciudad.

Inicialmente se había dicho que un sujeto había cometido un robo en la confluencia de las avenidas Federalismo y Plan de San Luis, por lo que habría sido detenido y agredido por testigos del hecho; la policía tapatía, sin embargo, aseguró que, en realidad, fue aprehendido por sus oficiales por haber agredido a una mujer embarazada.

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