Debate offline
DEBATE OFFLINE
Por Armando Estrop
Pocos hubieran imaginado que un grupo que mostró su inconformidad política en la Ibero hace poco más de cinco semanas, tendría ayer a tres presidenciables sentados en el mismo lugar.
Y sí, es verdad, el ejercicio tuvo sus accidentes.
A los jóvenes del #YoSoy132 se les crasheó la señal. A veces dudaban de lo que seguía, tardaban en abrir los sobres, tuvieron fallas de volumen, se les desfasó la señal...
Raúl Tortolero
DEBATE OFFLINE
Por Armando Estrop
Pocos hubieran imaginado que un grupo que mostró su inconformidad política en la Ibero hace poco más de cinco semanas, tendría ayer a tres presidenciables sentados en el mismo lugar.
Y sí, es verdad, el ejercicio tuvo sus accidentes.
A los jóvenes del #YoSoy132 se les crasheó la señal. A veces dudaban de lo que seguía, tardaban en abrir los sobres, tuvieron fallas de volumen, se les desfasó la señal…
Sin embargo, se puede decir que lo que vimos por YouTube bien puede ser un símil de nuestra democracia.
Nuestra democracia también es joven. También tiene accidentes, luce desfasada, sin volumen y muchas veces desorganizada.
Tiene sus aciertos y sus errores, pero, al fin y al cabo, es nuestra democracia.
Y eso fue lo admirable del ejercicio del martes por la noche.
Porque se le podrán criticar muchas cosas al #YoSoy132.
Lo que nunca será criticable es su férrea voluntad de organizar un debate sin presupuesto, sin edecanes, sin escenografías costosas, sin productores millonarios y sin el apoyo de Azcárraga, Salinas Pliego y Slim detrás de ellos.
Y tanto fue el éxito de su propuesta, que el interés público colapsó –por momentos– su ejercicio joven.
¿A quién le importan las fallas?
Finalmente salieron avante, estabilizaron su sistema y lograron transmitir a las pantallas de miles de laptops, computadoras y celulares las ideas –malas o buenas– de tres de los candidatos.
Además, se atrevieron a de-cirles: ataquen ideas, no personas. Algo impensable en televisión.
La juventud mexicana, en su joven democracia, sacó lo mejor, y eso es digno de un millón de views.
Triunfan los jóvenes
Desde el año 2000, cuando se iniciaron los debates públicos en México, no se había visto un ejercicio en el que los aspirantes no se vieran tensos, rígidos, parcos.
Nunca se había hecho un ejercicio así: pensado, convocado y organizado por estudiantes.
A las 9:50 de la noche, el sitio de videos registraba 82 mil 971 usuarios conectados al debate. Se pudo ver también a través del Canal 22 en línea y de Uno TV, que fue el que presentó menos fallas.
El debate tuvo tres fases: preguntas de universitarios, debate entre candidatos y cuestionamientos de los usuarios de las redes sociales.
Se dejaron atrás los tabúes
Democratización de los medios, el daño que causan los monopolios, la modernización de Pemex, el futuro de los indígenas, el aborto, los matrimonios entre personas del mismo sexo y los métodos de selección de los consejeros del IFE fueron algunos de los temas.
Josefina Vázquez Mota, Andrés Manuel López Obrador y Gabriel Quadri fueron más auténticos.
Estuvo una silla vacía, la del priista Enrique Peña Nieto, quien declinó participar por no existir condiciones de equidad, ya que el movimiento #YoSoy132 se declaró anti-Peña Nieto.
Lo explicaron en el debate. Lo mencionaron cuando le tocaba la palabra. Sin duda, el tricolor desaprovechó la oportunidad.
La silla vacía fue la paradoja de la constante crítica que se le hace al priista de no tener ideas propias y ser un producto de la televisión.
La candidata panista checaba constantemente la cámara, pero se notaba menos nerviosa, menos tensa que otras veces. Fue la que emprendió los ataques, pero en un tono menos agresivo que el que usó en el segundo debate organizado por el IFE.
Incluso soltó nombres de los posibles funcionarios de su gabinete, aunque aclaró que todavía no había hablado con ellos, así que les ofreció disculpas públicamente.
El tiempo fue el verdugo. Como sucede en todos los debates.
López Obrador nunca pudo administrar bien sus participaciones. Pero terminó lanzando arenga a los organizadores.
“Adelante”, les dijo.
Les dio las gracias por despertar el interés de los ciudadanos en la sucesión presidencial.
Quadri vistió pantalón de mezclilla y saco. Pero no usó corbata. Reconoció que el encuentro fue de más soltura y contenido que el que organizó el órgano electoral.
Intervino en un par de ocasiones fuera del tiempo que le correspondía. Tenía ganas de contrastar ideas.
Todas las alusiones al candidato del PRI quedaron en el aire. A todos se les trató con respeto.
JOSEFINA AL LADO DEL GRAN AUSENTE
Por Raúl Tortolero
En por lo menos dos ocasiones, la panista invocó al aspirante priista en la silla vacía a su lado derecho derecho
Se le veía como un pez fuera de su hábitat. Pero hizo preguntas igual de incómodas como ella se debía sentir, especialmente a López Obrador, quien no se ocupó en contestarle.
Josefina Vázquez Mota no iba tan duro contra nadie como en el segundo debate del IFE. Estuvo mucho más light.
Se opuso a que Pemex siga siendo la principal fuente de financiamiento público. Y criticó a AMLO por no querer reformas que abran esa dependencia a la inversión complementaria, sin perder el Estado la soberanía sobre el hidrocarburo.
“Nada tiene qué ver con la privatización”, aclaró. Según Josefina, las reformas beneficiarían a los trabajadores de PEMEX y les quitarían privilegios a los caciques. Tal vez como Carlos Romero Deschamps, cuya hija presumió en Facebook cómo pasea a sus perros en jets de lujo.
Criticó al candidato de las izquierdas por supuestamente querer reducir los precios por decreto, lo cual llevaría a crisis económicas.
“Ya vivimos ese México, donde se acaban los créditos, y se pierden las viviendas. Y hoy tenemos estabilidad”, dijo la candidata.
Al final, Josefina reveló algunos nombres de sus posibles colaboradores, disculpándose por no avisarles: Mario Molina, Consuelo Sáizar, Carlos Elizondo, Luis de la Calle, Esther Orozco, Cecilia Soto.
Vázquez Mota llegó minutos antes de la hora indicada anoche a la Comisión de Derechos Humanos del DF, vestida de azul. La sentaron separada de los demás en el debate organizado por #Yosoy132, ya que se dejó un lugar para un Peña Nieto ausente.
La candidata resaltó la necesidad de una reforma hacendaria integral, para reactivar la economía. Prometió incentivos para los pobres.
Luego habló de las energías renovables, respondiendo a las preguntas de los jóvenes. Dijo que el agua es fundamental. Que se necesitan aplicar medidas de adaptación especiales. Que debía haber subsidios orientados a las energías renovables.
Además, consideró que Conagua requería un nuevo diseño institucional.
Y repitió una antigua propuesta: el derecho universal a Internet. Gabriel Quadri refirió que se la habían copiado… Aludiendo, claro, a Josefina.
La panista se mostró a favor de la democratización de los medios de comunicación. Dijo estar en contra de los monopolios, porque aumentan las tarifas. “Es tiempo de acabar con ellos”.
Josefina le recriminó a AMLO promover a Manuel Bartlett ahora, cuando en 1988 lo señalaba por ser cómplice del fraude electoral. Y según ella, también el tabasqueño acusaba antes al empresario Alfonso Romo de haberse beneficiado por el Fobaproa, y hoy lo tiene en sus filas.
UN DÍA LARGO PARA LÓPEZ OBRADOR
Por Adriana Amezcua
Nuevamente Andrés Manuel López Obrador apostó por la serenidad en el debate de ayer.
El candidato del Movimiento Progresista reafirmó su convicción de rehuir a la confrontación, pero no dejó de criticar los monopolios protegidos, ya que esto afecta tanto a los empresarios como al pueblo.
Fue un día largo para Andrés Manuel López Obrador. Ayer por la mañana inició el día con un balde de agua fría en la cara. En su encuesta más reciente, Reforma lo colocó a 12 puntos de distancia de Peña Nieto. Debe haber un error, se trata de un medio serio, dijo sobre la medición del diario que hace un mes lo colocó a cuatro puntos del priista en las preferencias efectivas del voto.
Hacia el mediodía, en su mitin de cierre en la Alhóndiga de Granaditas, en Guanajuato, se abocó a desmentir los resultados de las encuestas que lo posicionan dos dígitos abajo en la preferencia del electorado.
“Peña Nieto va en picada; se está desinflando, y nosotros vamos para arriba…”, dijo ante cientos de seguidores y simpatizantes que desde hace 20 años viven bajo gobiernos albiazules.
Y de un convenenciero albiazul mutado en tricolor recibió otro sablazo durante la jornada. Vicente Fox aseguró que el tabasqueño era el titiritero del #YoSoy132: “Hay un titiritero detrás, en el origen, que los mandó a la Ibero, que luego muchos estudiantes de buena fe, quizá con candidez, se sumaron al movimiento, pero que hoy ha quedado al desnudo y a descubierto que no es más que un movimiento más de López Obrador…”, sostuvo el ex presidente.
Fue con esos datos inesperados y ataques burdos como llegó el candidato de las izquierdas al debate convocado por el 132. Para desmarcarse de quienes insisten en demeritar las conquistas de los estudiantes, AMLO respondió que los jóvenes han fungido como “el despertador de las conciencias” en el proceso electoral.
“Es un movimiento auténtico, limpio, creativo, independiente, que viene a contribuir mucho en el propósito de que juntos logremos el renacimiento de este país”, respondió a algunas víboras prietas y tepocatas.
Luego, en la segunda etapa, en la que por minutos aconteció un verdadero debate entre los aspirantes presidenciales –exceptuando a EPN, el gran ausente– AMLO refrendó sus mantras: que es honrado, que irá contra los corruptos, que gobernará con gente experta, que trabajará a favor de todos, que cuidará el patrimonio nacional, que democratizará los medios, que irá contra los monopolios, que él es el único cambio.
Hizo las mismas propuestas. Y cuando parecía que nos enteraríamos un poco más de cómo las llevaría a cabo, los 45 segundos de réplica resultaron insuficientes.
Fue un largo día para López Obrador. Aun con todo, se le vio sonriente y complacido porque constató que los jóvenes que lo invitaron a debatir están más despiertos que nunca. El debate lo ganaron ellos.
‘YO CELEBRO, YO PROPONGO’
Por Paulina Villegas
Gabriel Quadri quiso retomar el hilo de su primer debate pero no lo logró, a pesar de sus propuestas y estilo relajado.
En jeans, camisa y saco, pierna cruzada y sin perder su estilo casual, la participación del Gabriel Quadri en el tercer debate lo posicionó como un candidato liberal y conciliador que no logró recuperar su inicial momento de gloria.
El formato del debate de los jóvenes de Yosoy132 le dio la oportunidad al candidato de Nueva Alianza de ahondar en propuestas de materia económica y cultural, revelando sus rasgos liberales y progresistas.
En innumerables ocasiones “celebró” el debate así como aspectos del mensaje de Josefina y AMLO, a lo cual los dos aspirantes le respondieron con indiferencia.
La primera pregunta obligada con relación a su lastre: La Maestra y el SNTE. Quadri aseguró no ser “títere de nadie” y estar a favor de “la transformación del sistema de normales, la evaluación universal y autónoma de todos los componentes del sistema educativo”.
En materia cultural, Quadri afirmó que se debe crear un nuevo Conaculta, autónomo y al que se integren el INAH y al INBA “para que dejen de ser simples apéndices burocráticos del gobierno.”
Sobre la democratización de medios, Quadri propuso fortalecer la Cofetel, la Cofeco, modificar la ley de comunicaciones y la constitución para garantizar la competencia en el sector de telecomunicaciones y celebró la concentración Iusacell-Televisa.
En los monopolios, tema favorito en el debate, celebró la posición anti-monopolio concensuada entre los tres aspirante, pero cuestionó a AMLO no aceptar la misma competencia en materia energética.
Quadri afirmó que hay que abrir Pemex a la inversión privada y modificar la constitución para que sea como Petrobras.
En un afán de recuperar la atención, el candidato exhortó a sus dos rivales a puntualizar sus propuestas y posicionamientos en el sector energético y eléctrico.
Y mencionó una estadística: el gobierno federal gasta seis veces más en subsidiar los combustibles fósiles, que en educación. “Por eso hay que desmantelar estos subsidios”.
Rechazó la propuesta de revocación de mandato de AMLO, considerándola “una apuesta por el populismo y el corto plazo”.
En materia de reforma fiscal propuso un impuesto universal sin deducciones ni excepciones, “menos a la gente de los sectores mas bajos y a las empresas”.
Propuso la regulación de las drogas, empezando por la marihuana para ganar experiencia en esta materia.
Y se despidió “celebrando” la iniciativa de los jóvenes y subrayando los consensos en posturas anti-monopólicas a los que se llegaron en este último debate antes del día de la elección.
LA SILLA DE PEÑA NIETO
El candidato ausente — Aunque no asistió, el candidato del PRI fue tema en el debate y fuera de él. En redes sociales se le criticó por su decisión, y los jóvenes organizadores recordaron su su negativa dejando su espacio vació entre los otros candidatos.