A Cándido Ríos lo mató su amor al periodismo

A “Pabuche” ya lo rondaba la muerte desde hace días. Sabía y asumía el riesgo de la denuncia de la corrupción. Premonitoriamente, a unos días de su ejecución, subió un video a las redes sociales en donde dejó plasmado una especie de testamento de la causa periodística que lo llevó hasta sus últimas consecuencias.

No era el gran periodista de investigación, pero sí el más cáustico de su localidad: desde el 2007 fue el más severo crítico de la administración municipal de Hueyapan, escribiendo para El Diario de Acayucan, y durante un tiempo en el semanario La Voz de Hueyapan.

A “Pabuche” ya lo rondaba la muerte desde hace días. Sabía y asumía el riesgo de la denuncia de la corrupción. Premonitoriamente, a unos días de su ejecución, subió un video a las redes sociales en donde dejó plasmado una especie de testamento de la causa periodística que lo llevó hasta sus últimas consecuencias.

No era el gran periodista de investigación, pero sí el más cáustico de su localidad: desde el 2007 fue el más severo crítico de la administración municipal de Hueyapan, escribiendo para El Diario de Acayucan, y durante un tiempo en el semanario La Voz de Hueyapan.

Un comando de al menos cuatro personas lo ejecutaron a mansalva la tarde del martes, cuando estaba platicando con el exinspector de policía de Acayucan, Víctor Acrelio Alegría Antonio, y el expolicía Andrés Grajales Montero, a las afueras de un Oxxo de la comunidad de Juan Díaz Covarrubias, del municipio de Hueyapan de Ocampo.

Cándido Ríos Vásquez no sólo escribía temas de corrupción de los gobiernos municipales de Acayucan y Hueyapan, también estaba adscrito a la fuente policial de esas dos localidades, lo que le hacía conocer perfectamente el contexto de violencia bajo el que se encuentra desde hace dos sexenios el estado de Veracruz, principalmente en la zona sur.

De acuerdo a fuentes de la Fiscalía General del Estado de Veracruz, en donde se integró la carpeta de investigación ACA/793/2012 por la muerte del periodista, una de las principales líneas de indagación del caso es la que marcó el propio Cándido Ríos en el último video que publicó, donde refiere casos de corrupción en la actual administración de Hueyapan.

Como presintiendo lo que se le venía, el periodista abatido refirió también en el último video que “Gaspar manda matar y desaparecer y nunca es investigado”, en clara alusión al exalcalde de Hueyapan, Gaspar Gómez Jiménez, quien lo amenazó de muerte en varias ocasiones, y que era cuestionado por Cándido Ríos, en su pretensión de buscar nuevamente la presidencia del municipio.

En un video con duración de más de 14 minutos, el periodista dijo que el exalcalde y excandidato del PRI a la presidencia municipal de Hueyapan de Ocampo, Gaspar Gómez, presuntamente lo amenazó de muerte numerosas veces. “Te voy a matar, pinche reportero”, relató Ríos en esta grabación compartida 9 días antes de su ejecución. 

Las amenazas y el encarcelamiento del que fue objeto Cándido Ríos Vásquez hicieron que éste solicitara medidas cautelares del Mecanismo Federal de Protección a Periodistas y Personas Defensoras de Derechos Humanos, en donde estuvo incorporado los últimos dos años.

Oficialmente, Cándido Ríos Vásquez es el décimo periodista ejecutado en el país en lo que va de este año y el segundo en la administración del gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes, pero en los recuentos extraoficiales es el décimo tercer periodista muerto en el país y el tercero en dicho estado.

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