México y su deuda con la calidad de vida de los adultos mayores
Cifras del INEGI revelan que para 2030 las personas de 60 años y más representarán el 15 por ciento de la población, por lo que el país requiere prepararse para una realidad demográfica que exige mejores condiciones de vida
Rubén ArizmendiDe acuerdo con el último censo del INEGI de 2020, en México la población de 60 o más años asciende a 15.1 millones (12 por ciento de la población) y equivale a la población total conjunta de Costa Rica, El Salvador y Uruguay, por lo que el país requiere prepararse para la nueva realidad demográfica, a través de políticas y prácticas que contribuyan a mejorar la calidad de vida de adultos mayores.
La investigadora de la Dirección General de Análisis Legislativo del Instituto Belisario Domínguez (IBD), Irma Kánter Coronel, reveló que el país se encuentra inserto en un proceso de envejecimiento de su población, expresado por un aumento en la proporción de personas de 60 años o más y la disminución de la población infantil y joven, fenómeno demográfico que se intensificará en los próximos años.
En su investigación titulada “Las personas mayores a través de los datos censales de 2020”, Kánter Coronel detalla que los estados que concentran mayor parte de la población adulta mayor son el Estado de México, con poco más de 1.9 millones; Ciudad de México, con 1.5 millones; Veracruz, con 1.2 millones; Jalisco, con cerca de un millón; Puebla, con 745 mil 419; Guanajuato, con 681 mil 374 y Nuevo León, con 654 mil 050.
En contraparte, los estados menos envejecidos son Baja California Sur, Chiapas y Quintana Roo, los cuales registran proporciones menores a 10 por ciento de su población de 60 o más años.
Algunas estimaciones prevén que en 2030 las personas adultas mayores representarán el 15 por ciento de la población y alrededor de 23 por ciento en 2050.
En ese sentido, la investigación apunta que el envejecimiento de la población es un proceso de largo tiempo que se produce como consecuencia de la disminución de las tasas de fecundidad y el aumento de la esperanza de vida hasta edades más avanzadas, dando lugar a la transformación de la estructura por edad (pirámide poblacional).
Es decir, de sociedades jóvenes a sociedades maduras, y de éstas a sociedades envejecidas.
Asimismo, afirma que al igual que en la mayoría de los países del mundo, en México las mujeres tienden a vivir en promedio más años que los hombres.
En la actualidad la esperanza de vida de las mujeres, definida como el número de años que en promedio se espera viva una persona, se ubica en alrededor de 78.5 años y la de los hombres en 72.7.
Cabe destacar que el hecho de que las mujeres vivan en promedio actualmente 5.6 años más que la población masculina no significa que sea en condiciones adecuadas y de respeto a sus derechos humanos, sumado a que las personas mayores, en general, se enfrentan también a los prejuicios del envejecimiento, al maltrato y violencia en la vejez, así como a la discriminación por edad.
La investigadora señala que si bien se desconoce la prevalencia de estos hechos, su importancia social y moral es indiscutible. Por tal motivo, este problema requiere de respuestas multifacéticas, que se centren en la protección de los derechos de las personas mayores.
Finalmente, el informe indica que entre los grandes pendientes que tiene México con los adultos mayores se encuentra la ratificación de la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, aprobada el 15 de junio de 2015 por la Asamblea por los Estados Miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Dicha Convención es el primer instrumento jurídicamente vinculante que tiene por objeto promover, proteger y asegurar el reconocimiento y el pleno goce y ejercicio, en condiciones de igualdad, de todos los derechos humanos y libertades fundamentales de la persona mayor, a fin de contribuir a su plena inclusión, integración y participación en la sociedad.
